Cacerolada de los vecinos de Vallecas por la guerra de las basuras

Las asociaciones vecinales PAU del Ensanche de Vallecas, La Colmena de Santa Eugenia y la Unión UVA de Vallecas reclamaron ayer con una cacerolada frente a la sede de la Comunidad de Madrid que la planta de Valdemingómez no acoja los residuos urbanos sólidos de los municipios del vertedero de Alcalá de Henares.

Los convocantes explicaron que quieren “dejar clara su postura” ante el Gobierno regional, que anunció la semana pasada que prolongará hasta septiembre la actividad del vertedero de Alcalá de Henares. Aun así, los vecinos de Vallecas quisieron mostrar su desconfianza ante el Ejecutivo regional y decidieron asistir a la concentración vestidos con “prendas hechas de bolsas de basura y con cacerolas, sartenes, silbatos y carracas”. “La incineradora de Valdemingómez se va a cerrar en 2025, no habrá repunte de olores por el aumento de la basura que llega a la planta, porque nos ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí”, aseguró la presidenta de la Asociación Vecinal PAU del Ensanche de Vallecas, Rosa María Pérez Mateo.

Según la portavoz vecinal, el anuncio de la Comunidad de Madrid es una estrategia para “enfriar el debate” antes de las elecciones de mayo. “Han intentado enfrentar a los vecinos del Henares con Vallecas. Pero no les ha salido bien. Ellos no quieren que otros barrios sufran la inoperancia de sus representantes políticos”, recalcó Pérez Mateo. Las asociaciones explicaron que la recepción de más residuos revertiría los esfuerzos realizados para solucionar “los dos grandes problemas” que padecen: las emisiones tóxicas de la incineradora y la contaminación odorífera del resto de plantas del parque tecnológico.