Nueva Orleans inunda Madrid

La idea inicial era organizar algo en Madrid el 30 de abril con motivo del Día Internacional del Jazz, pero se les fue de las manos. “Se nos empezaron a ocurrir un montón de artistas y actividades, y era imposible meterlo todo en un día”, reconoce Javier Olmedo, organizador de la primera edición del International Jazz Day Madrid.

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El resultado: el festival se prolonga del 23 de abril al 2 de mayo en las escuelas municipales de danza y música, el Fernán Gómez-Centro Cultural de la Villa, así como las principales salas de jazz de la ciudad. En total, más de ochenta citas, de las cuales solo la mitad son conciertos en sentido estricto. "Lo importante, y lo que queremos que nos diferencie de otras propuestas, es que sea multidisciplinar, y por qué no, educativo", explica Olmedo: "Incluimos a muchos alumnos de música y danza, para atraer a nuevas generaciones y públicos. Incluso los conciertos de calle que tenemos previstos contarán con la participación de alumnos que montarán bandas para la ocasión. Queremos meterle el gusanillo a los pequeños sobre la música en general y el jazz en concreto". Organizaron un concurso de dibujo infantil en el que los niños debían plasmar qué es para ellos el jazz. Ya llevan más de 600 propuestas, y la votación tendrá lugar durante el festival.

También habrá actuaciones, claro, y con artistas que dan lustre al cartel. El guitarrista de Wilco, Nels Cline, se presenta el jueves con cuarteto en la sala Clamores para dar un recital de jazz que extenderá al rock, el punk y la música experimental. Hoy, en el mismo lugar, Marc Ribot, acompañante habitual de Tom Waits y Elvis Costello, sube la apuesta y añade psicodelia a su repertorio. Toda una declaración de heterodoxia en un festival en el que no faltarán conferencias, exposiciones de fotos y portadas de discos ni clases de swing.

Un amplio abanico

"No queremos un festival para puristas del jazz, limitado a los eruditos", aclara Olmedo, "por eso hemos abierto un poco el abanico, para que otra gentes se acerque al jazz de una forma más accesible, desde sus orillas, y quitarle solemnidad". Y pone algunos ejemplos: "Una de nuestras innovaciones es juntar en el legendario Casa Patas a artistas de jazz y flamenco, con músicos y bailaores. Es la única ciudad el mundo en la que puede hacer algo así. O juntar a Jorge Pardo con Carmona, Bandolero y Colina, o que el Niño Josele fusiones jazz y flamenco sin limitación alguna. Partimos de la calidad del jazz, pero siguiendo el poso histórico de Madrid y por extensión España, porque esto tiene un carácter internacional".

Y no faltará el jazz en su sentido canónico: la Canal Street Jazz Band celebrará el viernes su 50 aniversario llenando la sala Bogui Jazz del sonido de nueva Orleans. Vaudo Jazz Brasil, Elkano Browning Cream o Pat Martino Trio serán otros de los encargados de darle sentido al nombre del festival. Las mujeres tendrán especial protagonismo. "Queríamos dar visibilidad a propuestas como las de Marina Lledó, Lady & the Tramps o Elisabeth Sheperd, entre muchas otras, y despojar al jazz de esa falsa masculinidad que muchas veces se le atribuye", explica Olmedo, y concluye: "El de mayo es uno de los puentes en los que más gente viene a Madrid. Queríamos que los visitantes se encontrasen una ciudad musical. Pero con música de calidad".