Detenida Tania Varela, la mujer más buscada por Europol

Los Mossos d'Esquadra han detenido este lunes a Tania Varela, la única mujer que figuraba hasta ahora en la lista de 70 personas más buscadas de Europol. La policía autonómica ha confirmado que ha arrestado a Varela, de 44 años, en Vilanova i la Geltrú, a 30 kilómetros de Barcelona. Sobre ella pesaban tres órdenes de detención por tráfico de drogas y blanqueo de capitales.

La mujer, condenada a siete años de prisión según su ficha policial, llevaba fugada de la justicia desde 2011. La operación ha sido desarrollada por agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, que le seguían la pista. Según La Vanguardia, Tania llevaba un tiempo instalada en la zona y se movía con documentación falsa.

Abogada en la localidad gallega de Cambados, fue detenida en 2006 en una operación antidroga y, más tarde, condenada por colaborar con los grupos gallegos dedicados al tráfico de drogas.

Con 27 años, Varela fue nombrada directora del centro de información a la mujer de Cambados, actividad que compaginó con la de abogada. En 2005 pasó a ser asesora jurídica de David Pérez Lago, involucrado ya entonces en el tráfico de cocaína. En poco tiempo, según la investigación, Varela fue más allá de su labor como defensora y pasó a formar parte de los asuntos de la organización: alertó a Pérez Lago, con un mensaje, de que un coche le estaba siguiendo; tuvo tratos con el enlace colombiano en el tráfico de drogas para la entrega de una cantidad de dinero; y negoció la compra, en Oporto, de teléfonos vía satélite usados por los grupos de traficantes.

En abril de 2006, Pérez Lago intentó desembarcar 2.000 kilos de cocaína. La operación salió mal porque hubo un problema con una de las lanchas y la Guardia Civil le acabó arrestando a él y a los miembros del grupo. Varela se dedicó entonces a organizar los asuntos de la banda y también ella fue procesada y encarcelada. Salió en libertad provisional en 2007 y fue juzgada en 2011. Pese a que algunos de los acusados pactaron penas con la Fiscalía, ella se negó a reconocer su participación en los hechos y fue condenada a siete años de cárcel. Nunca ingresó en prisión y, desde entonces, permanecía fugada.