Muerte lenta de matanzas
La hecha es un convite transversal a la mesa que junta distintos y distantes una vez al año en cada casa

El oficio cultural doméstico, práctico, resistente y de evocación familiar que es la matanza, la muerte y deconstrucción del cerdo —expresión irónica oída a Miquel Barceló— cada vez es menos habitual.
Descubrir, conquistar, trinchar, amasar, embutir y hervir, conservar las carnes magras y la grasa —y los huesos— de la bestia, es un complejo reto civil y un tributo al pasado, un sacrificio con pocas oraciones.
La muerte roja y llamativa del animal —que rompe el silencio con el grito escandaloso y ofensivo de la muerte— convierte el acto en una fiesta, una gran bulla y un compromiso. Es una convocatoria para recordar los detalles que marcan el estilo de vida de los nativos rurales, agricultores, dueños, señores y sobre venidos de capital.
Sin mentarlos, con la mirada, se repasa a los ausentes, se evocan los secretos de cuchillo y cocina de esos idos, la voz de la autoridad, y se intenta animar a los jóvenes que llegan o hierven a la ceremonia.
Han mudado las costumbres culinarias por imperativo de la salud —y ya es tentación el freír y cocinar con manteca—. Poco queda de la vieja vida campesina y del modelo agropecuario; todo se va inexorablemente.
Es simbólico, militante, el hacer matanzas —que es una exhibición canónica de trabajos y organización en solidaridad clánica—. La hecha es un convite transversal a la mesa que junta distintos y distantes una vez al año en cada casa. Es la Mallorca profunda, sí.
Obrar el cadáver a cuchillo, separar carne, manteca, piel y tripas se vuelve lúdico, festivo, excesivo y cálido, primitivo asimismo. Un vídeo de can Silles en el Barranc de Biniaraix, a los programas Això és mel y Uep com anam de IB3 —un bello libro de Joan Ramon Bonet y Guillem Frontera— ha retratado como si fueran una reliquia, distintos episodios de matanzas.
El hilo de la memoria y las experiencias muestran detalles centrales, versiones y maneras de hacer y cocinar. La frontera que distingue la gastronomía de Mallorca son los butifarrones con o sin sangre (y las empanadas dulces).
En las fincas más grandes de Mallorca, sa Vall y sa Vallet, los March, tiempo atrás mataban hasta 22 cerdos para nutrir su percha y a los 80 campesinos del latifundio hermoso y virgen del sur de Mallorca. En la matanza hay militancia e inercia familiar, el deseo de enlazar con el pasado y mostrar a los noveles de dónde viene casi todo.
La modernidad y muchas manos aceleran los trabajos complejos de la derrota, limpieza y conservación del cochino. Ahora al mediodía los trabajos han avanzado y la merienda y almuerzo-cena tradicionales ya son momentos centrales de ocio. Se convierte en un relato tribal, telúrico, en la letra y el gesto de Toni Gomila al genial espectáculo Acorar.
El menú de las matanzas, la cata sin parar, es el argumento no lateral. Unos platos para un día al año, como la sangre, el frito grueso, hígado en salsa.
Es la consumación-comunión, comerse pronto las ofrendas del animal sacrificado. Tras el arroz como toca, los escaldums y pelotas y al final almendras tostadas, ensaimadas. Fuegos y hogueras, cantos y glosas de Xuri y Macià es un plus lógico.
Hay raros como Miguel Ángel de Ànima Negra con su camaiot crudo, atávico, y se conoce la segunda contribución, a las comidas y embutidos clásicos de matanzas, de una cocinera Tai, como Rose. Platos de tiempo de Corema dominan en Son Ripoll los Rotger, que hacen la matanza solidaria y pantagruélica más grande para los invitados y los comensales de Mallorca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Sébastien Lecornu, primer ministro de Francia, recurre a una ley de emergencia ante la ausencia de presupuestos
Sheinbaum pasará las vacaciones de Navidad en Acapulco tras dos años de Otis
George Clooney rinde homenaje a su hermana tras su muerte por cáncer: “Ada era mi heroína. Amal y yo la extrañaremos mucho”
Muere el músico británico Chris Rea a los 74 años
Lo más visto
- Lotería de Navidad 2025, en directo | 79432, el Gordo de la Lotería de Navidad
- Así te hemos contado las elecciones en Extremadura | El PP gana en Extremadura con 29 escaños, pero necesitará para gobernar a un Vox que crece
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con los números premiados
- Los jueces del Tribunal Penal Internacional se rebelan ante las sanciones de Trump: “No hay que ceder”
- Oona Chaplin: “Le conté a James Cameron que vivía en una cabaña en los árboles y que estaba iniciando un proyecto de permacultura con una amiga”




























































