Psicodelia para bailar
El cuarteto de Ruban Nielson nunca se rige por la norma y solo necesita de un sonido más cuidado en directo para aspirar a grandes públicos

De la misma manera que una banda tan ajena al canon como Tame Impala ha terminado encontrando acomodo en los grandes festivales, algo parecido podría suceder con Unknown Mortal Orchestra, el gozoso artefacto de baile y psicodelia que pilota otro pequeño genio de las antípodas, el neozelandés Ruban Nielson. El hombre de la visera no para de trazar acordes de esos que jamás aparecen en los cursos de guitarra por correspondencia, pero las audacias armónicas vienen acompañadas de ritmos cada vez más descaradamente hedonistas. El público que casi llenó el jueves la Penélope no cesó de menearse y corear las canciones, buen indicativo de una audiencia aún minoritaria pero cada vez más documentada: Suso Saiz, Nothing Places o Pional se dejaron ver entre los adeptos.
Nielson se ha asentado con sus tres compinches en Portland (Oregón), meca de todas las anomalías sonoras, y se desenvuelve con habilidad en ese medio camino entre el George Harrison lisérgico y el Prince de los años con The Revolution. Sus viajes son a menudo inesperados, entre los meneos al metrónomo, los súbitos chispazos enloquecidos de guitarra o esos bajos por octavas (Can’t Keep Checking My Phone) que parecen demandar una bola gigante de cristal pendiendo sobre nuestras cabezas. Lástima que una arquitectura tan minuciosa se viera empañada esta vez por un sonido saturado y turbulento: sobraban decibelios y nos quedamos sin el detalle de la definición.
Son los excesos propios del directo, igual que algún desparrame instrumental a los que son propensos ciertos músicos tan brillantes como incontinentes. Pero UMO encarna ahora mismo una de las mejores rarezas del circuito. Ruban nunca se conforma con lo predecible, pero es capaz de emprender una melodía deliciosa desde el primer segundo (The World Is Crowded) o acercarse en Multi-Love, el tema que titula su reciente tercer álbum, a un soul de miras amplias que acabaría abrazando hasta Sam Smith.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Condenan al rapero estadounidense Wiz Khalifa a nueve meses de cárcel por posesión ilegal de drogas en Rumania
El abogado de la principal acusada de La Chaparra y nuera del tío Toni: “Es la víctima cero de la secta”
Del robo de votos en Extremadura a Arenas en 1993: el historial del PP cuestionando los procesos electorales
Acciona crea una comisión con el ex presidente de la CNMV y el jefe de EY en España para auditar su política anticorrupción
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”




























































