“Deficiencias” en la concesión de la plaza de toros de Valdemorillo

La subvención de 100.000 euros para festejos taurinos del Ayuntamiento de Valdemorillo en 2013 presentó “importantes deficiencias”, recalca la Cámara de Cuentas en un informe sobre la gestión del municipio de 12.000 habitantes. El contrato de concesión establecía un máximo de 78.132 euros anuales, sin hacer referencia a ningún tipo de actualización o revisión. El organismo fiscalizador subraya que en ejercicios anteriores y posteriores la cifra fue variando, “fijándose en cada ejercicio” y “superando en muchos de ellos el importe pagado en 2013”. El PP, tras gobernar la localidad las últimas dos décadas, fue desbancado en las elecciones del pasado mayo por una alianza de varios partidos encabezados por Progresistas de Valdemorillo.

La plaza de toros municipal se construyó en 2002, consiguiendo el adjudicatario de dicho contrato también la concesión para la explotación del coso durante 12 años. Además del canon pactado y del compromiso de la concesionaria de realizar cinco festejos taurinos anuales, el contrato establecía que el Ayuntamiento se comprometía a abonar a la concesionaria hasta 78.132 euros de subvención anual para los festejos.

El Consistorio adjudicó en 2006 a la misma empresa la construcción de la cubierta de la plaza, ampliándose el plazo de concesión hasta el ejercicio 2026 y revisándose el canon, “sin que se estableciera nada nuevo sobre la subvención”, subraya la Cámara. El organismo destaca que en 2013 se realizaron “únicamente tres festejos taurinos y no cinco, lo que supone un incumplimiento del contrato inicial”. Además, los pagos se realizaron “a una empresa distinta de la concesionaria de la obra, sociedad unipersonal del mismo propietario que la anterior”. La razón es que la concesionaria se había declarado en concurso de acreedores en 2008.

La irregularidad resulta patente para la Cámara, ya que al ser esta segunda empresa de nueva creación, “puede acreditar estar al corriente de sus obligaciones con la Administración tributaria, Seguridad Social y Hacienda local, lo que no podía la anterior”. La consecuencia del cambio de beneficiario de la subvención, que no cumplía los requisitos necesarios para recibir la misma, permitió “evitar de este modo los efectos derivados de la declaración del concurso de acreedores por parte del concesionario, tanto en lo referente a la percepción de la subvención como frente a los propios acreedores del concesionario”.