Un castillo para investigar el mar

El castillo de San Sebastián se ha llenado de batas blancas. Hay un termómetro pegado al techo, paneles digitales actualizando datos y microscopios. La fortaleza gaditana, rehabilitada en 2012 pero sin un uso específico desde entonces, es ya un laboratorio gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Universidad. “Será una pieza fundamental para la docencia, la investigación y la divulgación científica”, señaló el rector, Eduardo González Mazo.

La Universidad gaditana, con los fondos del CEI-MAR (campus del mar), ha adecuado el interior y ha dotado el equipamiento para constituir lo que han llamado Labimar (Laboratorio de Investigación Marina). Se ha estructurado en dos salas: una de docencia e investigación y otra de divulgación, donde se convocarán exposiciones temporales.

Las nuevas instalaciones acogerán actividades de la Escuela Internacional de Doctorado en Estudios del Mar, prácticas de másteres y doctorados, clases de Tecnologías Marinas, Historia y Arqueología Marítimas o estancias de Erasmus. También será sede de cursos de verano de especialización en el conocimiento de ecosistemas costeros o para la observación de peces y aves. Además habrá un acuario y una recreación de las estructuras rocosas y corrientes intermareales que se dan en el entorno de la playa de la Caleta, donde se encuentra el castillo.

La idea es que Labimar se abra a toda la ciudadanía con las exposiciones temporales y las visitas de colegios e institutos. Cuenta con 25 puestos de trabajo individuales especializados en la toma de datos sobre flora y fauna marina. Para el Ayuntamiento, que gestiona ahora la fortaleza, es la primera oportunidad de dar actividad real al castillo. Lo recibió del Ministerio de Medio Ambiente en 2012 sin que se completara totalmente su rehabilitación. Desde entonces ha acogido exposiciones, conciertos y visitas.