Diseña tu roscón

Creas o no en los Reyes (sean Magos o de los otros), en estas fechas te puedes dar el gustazo de seguir una tradición dulce: el roscón.

En la lista rosconera madrileña hay diversos establecimientos a tener en cuenta: Moulin Chocolat (Ricardo Vélez respeta las esencias, en este caso la masa fina y el agua de azahar de Sevilla), Isabel Maestre (con manzana de Girona), Oriol Balaguer (sin o con relleno, el más nuevo de crema quemada), Mamá Framboise (con frambuesa, chocolate y melocotón y en versión mini), La Marina y La Duquesita (ambos tienen roscones todo el año), Antigua Pastelería del Pozo (una institución), El Riojano, Horno de San Onofre, Pomme Sucre, Nunos (para amigos de lo alambicado).

La elección ya depende del gusto (sencillos, historiados, atrevidos...) y del listón de cada paladar. Yo prefiero el minimalismo, más que el empacho de nata o fruta escarchada, y me conformo con hallar el haba (como en los tiempos de los festines romanos) en vez de una figurita hortera de plástico.

Aunque no todo consiste en ir a la pastelería de turno y hacer cola como en un concierto para alcanzar el roscón estrella.

Como en vacaciones aprovechamos para ser creativos por unos días, una buena opción son los talleres de cocina, que incluyen por supuesto roscones y masas variadas.

La escuela La Cocina de Babette realiza talleres de "panadería creativa", en la que se incluyen roscones, por Internet y de forma presencial. Pero como ya han acabado los de estas fechas existe la opción de adquirir los roscones de Reyes los días 5 y 6 en su tienda, El Horno de Babette.

Para los que se atrevan a jugar con formas y sabores, la Asociación de Diseñadores de Madrid (DIMAD) ha organizado en Matadero Madrid un taller de "roscones creativos" los días 10 y 11 (se cancelaron los del fin de semana pasado). Dentro de Di_food, que explora la relación del diseño con la gastronomía, la arquitecta y diseñadora culinaria María Navascués conduce estas clases rosconeras para adultos y familias en las que se harán piezas de diferentes tamaños (incluido el individual), distintos tipos para cada Rey Mago y no solo dulces, también salados. Del roscón tradicional al roscón transgresor.