Camino de París

Tras pasar por Lausana a finales de noviembre y por Pamplona el miércoles pasado, el Oratorio de Navidad de Bach, interpretado en ambiciosa coproducción por el conjunto Les Talens Lyriques y por el Cor de Cambra del Palau de la música, pasó por el Palau antes de llegar el sábado al prestigioso Théatre des Champs Elysées de la capital francesa en donde terminará su gira.

Si bien es cierto que no cuenta con el prestigio casi mítico de la Misa en Si menor o de las Pasiones según San Mateo y según San Juan, el Oratorio de Navidad, compuesto por Bach en 1734, es una obra mayor del autor que, por la unidad de intención que presenta, va más allá de ser una mera recopilación de varias cantatas. Del conjunto de seis cantatas que integran el oratorio completo en el Palau se interpretaron las cantatas primera, segunda, tercera y sexta.

Christophe Rousset, especialista en asuntos barrocos, fundador en 1991 de Les Talens Lyriques, asumió la dirección musical presentando un Bach a la moda actual: fraseado pero sobre un compás muy marcado, contrastado de tempi y de dinámica y con voluntad de intensa expresividad.

En algunos corales, en donde Rousset forzó excesivamente al alza los tempi, la conjunción entre coro e instrumentos y dentro del propio coro no fue buena, en los pasajes más sosegados sí se alcanzó un hermoso equilibrio y el Cor de Cambra del Palau pudo mostrar la belleza de su sonido y la competencia individual de cada uno de sus componentes.

En las partes solistas se contó con la soprano Katherine Watson, el contratenor Damien Guillon, el tenor Julian Prégardien y el bajo Matthew Brook. Sin que quepa destacar a ninguno en concreto, en conjunto ofrecieron buenas prestaciones y formaron un equipo de solistas equilibrado y adecuado al cometido.