Prisión para el acusado de matar a su mujer en Sant Pere Pescador

El juez ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el presunto autor del asesinato de su esposa el pasado lunes en la población gerundense de Sant Pere Pescador (Girona) y ha dictado también una orden de alejamiento de sus tres hijos.

El juez imputa al acusado, Musa B., de 55 años y nacionalidad gambiana, la presunta comisión de un delito de asesinato en el ámbito de la violencia de género y otro delito de amenazas, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya

El presunto homicida fue detenido en el grupo de viviendas Quatre Vents de Sant Pere Pescador, donde residía, después de que acuchillara a su mujer. Musa B. ha pasado esta mañana a disposición judicial e, igual que hizo ante la policía y en el momento de la reconstrucción del crimen, se ha acogido a su derecho a no declarar.

El detenido confesó que los hechos se desencadenaron cuando le explicó a su mujer que abandonaba España

Según fuentes de la investigación, el detenido confesó en comisaría a un agente que le custodiaba que los hechos se desencadenaron cuando le explicó a su mujer que abandonaba España para reunirse con las tres esposas que también tenía en Gambia.

La víctima mortal, de 32 años, insultó a su marido y, cuando asió un cuchillo de pequeñas dimensiones, este la atacó con otros dos mucho mayores, según el relato del acusado.

Los investigadores creen que, posteriormente, Musa B. se llevó a casa de una vecina a su hija menor, de solo veinte meses, que se encontraba en aquel momento en el domicilio familiar, al que regresó para culminar el asesinato.

Posteriormente, el agresor cogió una espada decorativa y salió en busca de su cuñado, al que se había enfrentado unos días antes, pero familiares y vecinos evitaron este nuevo conflicto, provocado por motivos económicos.

Cuando los residentes en estos bloques de viviendas tuvieron conocimiento del asesinato, un vecino tuvo que refugiar a Musa B. en su domicilio para evitar un linchamiento. El procesado fue quien llamó desde esa casa a la policía y confesó el crimen.