Miles de personas piden “hacer posible el cambio” político

Miles de personas han marchado este jueves en Valencia para reivindicar que el cambio político “está cada vez más cerca” y para exigir el fin de la “corrupción, el autoritarismo, las políticas antisociales y las agresiones a la lengua y la cultura”. Convocados por la Comissió 9 d’Octubre, formada por diversas entidades sociales, sindicatos y partidos de izquierdas, los manifestantes han desfilafo bajo el lema Fem possible el canvi al País Valencià.

La manifestación ha partido de la plaza de San Agustín y ha transcurrido sin incidentes en un ambiente festivo y familiar. Los tradicionales gritos por la independencia de los Països Catalans se han hecho notar este año con más fuerza por la actualidad del debate sobre la consulta catalana para decidir sobre la independencia.

Uno de los lemas más recurrentes ha sido Volem decidir, en referencia a la suspensión del referéndum por parte del Tribunal Constitucional. La llegada de algunos grupos a la fachada de la Delegación de Gobierno, flanqueada por un fuerte dispositivo policial, ha tenido como banda sonora el clásico L’estaca, en la que Lluís Llach cantaba por la soberanía popular y contra la dictadura.

A un lado de la comitiva, apoyado en un coche, un hombre que rondaba la cincuentena contaba de un vistazo cuánta gente había “para comprobar un poco cómo está el movimiento nacionalista de izquierdas valenciano”. Amadeo, maestro, narró que solía asistir en otros tiempos a las manifestaciones de izquierda del 9 d’Octubre. “Era un poco diferente porque el catalanismo solo se ejercía desde el plano lingüístico”. Amadeo opina que muchos valencianistas no desean la secesión de Cataluña.

Uno de los grupos más activos ha sido el de los extrabajadores de Radiotelevisió Valenciana que, bajo el lema Els treballadors de RTVV no som els culpables, han reivindicado la reapertura de los medios de comunicación públicos valencianos.

La manifestación se ha convertido en un conglomerado de reivindicaciones: la financiación autonómica, la corrupción política, el escaso fomento del idioma en la educación, la escasa calidad de la sanidad pública...

Eva Benet y Jesús Frare han venido desde Almàssera con una bandera cada uno. Él, con la senyera; ella, con una palestina. “La traigo porque creo que también es la lucha justa de un pueblo, al que se le niega una serie de derechos”, ha asegurado Eva. Ambos están convencidos de que el cambio debe ir más allá de las siglas del partido gobernante.

“El presidente Fabra no tiene otro discurso que el del miedo y el de la negatividad”, lamentó el secretario general de Acciò Cultural del País Valencià (ACPV), Antoni Gisbert. “Este es el último nou d’octubre con el PP en el poder”, ha arengado.