El Ayuntamiento ofrece una pensión a la familia acampada en Nou Barris
Una madre y sus dos hijos que están a punto de perder la casa montaron el martes una tienda frente a la sede del distrito

Tras dos días acampada pidiendo una vivienda de alquiler social, a Lucía Luisa Carlucci y a sus hijos, vecinos del distrito de Nou Barris de Barcelona, les adjudicarán una pensión hasta que se les pueda proporcionar un lugar donde vivir. Finaliza así la desesperación de una familia que esperaba que la orden de desahucio se ejecutara. Desde el Ayuntamiento aseguran que la pensión es lo que se le ofreció a esta familia desde un primer momento, ya que Carlucci cumplía con los requisitos necesarios para optar a dicha vivienda.
Carlucci y sus hijos han permanecido desde el martes acampados frente a la sede del distrito, en la plaza Mayor. "¿Qué más puedo perder, la dignidad? Eso lo perdí hace tiempo”, exclamaba la mujer esta mañana. Lucía Luisa Carlucci decidió el martes dejar su piso situado en el barrio de Porta del distrito de Nou Barris e instalar una tienda de campaña en la plaza Major, donde se encuentra la sede del distrito. Entre dos árboles colgó un cartel en el que se podía leer “Familia Carlucci en la calle, el Ayuntamiento no da solución”.
A sus 43 años, ya ha sido desahuciada en dos ocasiones y hace poco recibió la notificación de que tenía un desahucio abierto. “Uno no puede vivir pensando que mañana van a venir a echarle”, aseguraba esta mañana, “esto no es vida, peso 39 kilos, estoy de baja por depresión. He llegado a pensar que quitarme del medio era la solución”.
Cada día se producen en Nou Barris cinco órdenes de desahucio", denuncia la asociación 500x20
El caso de la familia Carlucci es otro más en la sangría de casos de familias desahuciadas en este distrito de la ciudad, el que concentra los barrios con las rentas más bajas. La asociación 500x20, que está apoyando a Lucía Luisa y a sus hijos, en una carta dirigida al alcalde Xavier Trias, asegura que cada día hábil tienen de media en Nou Barris, “tirando por lo bajo”, cinco órdenes de desahucio. Cada semana 20, cada mes 83 y cada año mil. “El martes, cuando estábamos montando la acampada, nos íbamos enterando de que se estaban llevando a cabo desahucios en la zona. Pudimos ir a tres. Pero hubo nueve esa misma mañana”, asegura Antoni Tallada, miembro de 500x20. “Llevamos tres años pidiendo más recursos. En el Ayuntamiento han estado mirando a otro lado, hasta que han tenido el problema encima”, sentencia.
“Yo no estoy pidiendo el chalet de Urdangarín, solo quiero un lugar para vivir y poder dar de comer a mis hijos”, decía Carlucci con lágrimas en los ojos, “sientes impotencia, desesperación, angustia, agonía…”. Uno de sus 4 hijos, Gastón, tiene 17 años. “Me ofrecían tres días en un albergue antes de acampar. Ahora me han ofrecido pagarme una pensión hasta entrar en mesa de emergencia para optar un alquiler social”.
Algunos vecinos se han acercado estos días para conocer la situación, otros le han llevado comida y otros, en la misma situación, se han unido a su lucha. “Hay un chico marroquí que tiene a la mujer embarazada de seis meses y con malnutrición que también ha recibido el aviso de desahucio abierto” aseguraba Lucía Luisa y lamentaba: “Yo vine de Argentina hace 13 años. Antes me trataban como a una sudaca, ahora me tratan como a un animal”.
“Un 20% de los desahuciados decide ocupar” viviendas vacías que están en manos de entidades financieras que, a su vez, han desahuciado a sus antiguos compradores, asegura Tallada, “el problema es que si ocupan pierden, en muchas ocasiones, el derecho al alquiler social”. La gran mayoría de las familias afectadas tienen que ser atendidas en última instancia por los servicios sociales. Unos servicios sociales que, para la asociación 500x20, tiene “recursos limitados para dar una respuesta a tantos casos con un mínimo de garantías”. Desde la asociación piden, entre otras cosas, que las alternativas de vivienda sean en condiciones dignas y se les den “soluciones reales a las familias que se encuentran en esta situación”.
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