“Epsilon era un proyecto viable e interesante que merecía nuestro apoyo”

El exsecretario de estado de Investigación y Universidades, Miguel Ángel Quintanilla, ha dado hoy su respaldo al proyecto automovilístico Epsilon porque se trata, “salvando la crisis y una posible mala gestión, de un proyecto viable e interesante que merecía el apoyo de las instituciones”. Quintanilla ha asegurado que “es una pena” si Epsilon falló por mala gestión y ha asegurado que el proyecto “podría haber sido de interés por las infraestructuras por el know how para otros proyectos, como el de Hiriko, que se podía beneficiar mucho de eso”.

Quintanilla ha sido el último compareciente de una intensa jornada de comparecientes en la cuarta sesión de la comisión de investigación parlamentaria sobre la gestión pública de apoyo a Epsilon e Hiriko. El secretario de Estado ha asegurado que “si hubiéramos tenido hace siete años la información de ahora, habría seguido teniendo la misma visión con los créditos reembolsables, que no estamos regalando dinero”. Ahora han iniciado el procedimiento para reclamar esas cantidades.

“Tenemos que acostumbrarnos a que los proyectos tecnológicos puedan fracasar, hay quien se queja de que cinco años para proyectos de envergadura es poco”, ha dicho, para después remarcar que si se hubiesen negado a conceder las subvenciones del llamado parquetazo a Epsilon “me habrían dicho que estaba loco”, ha resaltado, porque el proyecto automovilístico contaba con .

Eso sí, ha reconocido que se fiaban de la “buena fe” de los proyectos, que cada año tenían que enviar al ministerio un informe sobre sus cuentas. Eran suficientes los controles de los tribunales de cuentas, ha resaltado, y “solo cuando llega el momento de devolución del préstamo y eso no ocurre decimos qué pasa aquí”. “Es posible que las señales de que algo iba mal en estos proyectos han llegado demasiado tarde”, ha reflexionado.

Si en aquella situación se negara a firmar, se pedirían cuentas. Me habrían dicho que estaba loco. Todos los proyectos tecnológicos tienen riesgos y es posible que los empresarios engañen, aunque no digo que eso sea lo que pasa aquí