La afrenta que no se olvida
Las criticas de José Luis Bilbao a los empresarios ensombrecen la llamada al diálogo social
Con su habitual verbo directo, José Luis Bilbao evita siempre el riesgo de una posible doble interpretación a su discurso. Este miércoles, en el mismo sitio donde en un gesto de escasa elegancia política y personal predijo a Patxi López que estaba predestinado a abandonar Ajuria Enea, no tuvo reparo alguno que cobrarse la pieza con la patronal Confebask que le sigue sangrando desde que en julio de 2013 los empresarios dieran un portazo a la propuesta de concertación del lehendakari Urkullu como alternativa a la ultraactividad emanada de la reforma laboral.
Para cobrarse la pieza, Bilbao, que sigue sin conocer el signo de su futuro político, se remontó hasta 2011 para afear públicamente a Confebask una crítica “feroz” cuando se instó a las empresas a devolver las cantidades procedentes de las denominadas vacaciones fiscales. Al escuchar tal andanada, más de tres de los comensales se afanaron en adivinar la pieza que intentaba cobrarse el diputado general cuando imputó a la patronal una acusación que apenas tenía recorrido tras la sentencia de la UE.
No es descartable, por tanto, que esta notoria perplejidad exhibida entre algunos empresarios —nada dudosos de su afinidad al PNV— justificara los sentidos aplausos que el presidente de la patronal vasca, Miguel Ángel Lujua, recibió al acabar su réplica a Bilbao. Unos gramos de sal a la herida que sigue abierta entre dos partes supuestamente llamadas a entenderse y que se registra en un momento especialmente espinoso cuando se procura una vía de acercamiento hacia el diálogo social.
Así, no es difícil de entender que hasta el delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, diana de la hostilidad nacionalista, aprovechara en plena campaña la sorprendente disputa entre el PNV y la patronal para terciar a favor de los empresarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Andalucía y Comunidad Valenciana, en alerta roja por lluvias torrenciales
La UE pacta las cuotas de pesca de 2026 (y esto podría afectarte más de lo que imaginas)
Más producción, más riqueza… y un reparto cada vez más desigual
Miniguía para seguir las elecciones de Chile y comprender por qué juegan un papel crucial en el país
Lo más visto
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Los 50 mejores libros de 2025
- Rusia eleva la presión sobre la UE con una demanda para evitar que financie a Ucrania con sus activos congelados
- El jefe de la misión de rescate de María Corina Machado: “Fue una de las operaciones de mayor riesgo en las que he participado”




























































