El fiscal recurre para que un expresidente de FGC pase el día en la cárcel

La Fiscalía ha presentado un recurso en la Audiencia de Barcelona contra la decisión del juez de permitir que el expresidente de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) Antoni Herce, condenado a cuatro años y medio de cárcel por malversación, acuda a la prisión solamente a dormir. La Fiscalía de Barcelona se ha opuesto a esa decisión con un recurso de apelación a la resolución del juzgado de vigilancia penitenciaria de conceder al preso ese régimen, según informaron fuentes penitenciarias a Europa Press. Herce seguirá disfrutando de él hasta que la Audiencia se pronuncie al respecto, salvo que el centro penitenciario decida cambiárselo.

Herce acude solo a dormir a la cárcel desde que a mediados de marzo el juez aceptara la petición de su defensa y aplicara el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que establece un principio de flexibilidad que permite “incorporar progresivamente al Medio Abierto penados clasificados en segundo grado de tratamiento”.

Herce entró en prisión en enero después de que la Audiencia de Barcelona, por no haberse arrepentido de los delitos cometidos, revocase el tercer grado que el Departamento de Justicia le había concedido en verano, y que le permitía estar en la calle durante el día e ir a dormir a un centro de régimen abierto.

Tercer grado revocado

La Audiencia había justificado su decisión de revocar este tercer grado concedido por la “naturaleza y la gravedad de los hechos” y porque el preso, pese a reconocer los hechos, intentaba justificar una supuesta desproporción de la condena, con lo que tuvo que volver a prisión.

El Tribunal Supremo había condenado a cuatro años y medio de prisión a Herce y a su antecesor, el también expresidente de FGC Enric Roig, por haber malversado 2,7 millones de euros, después de rebajar la pena de seis años que le había impuesto la Audiencia de Barcelona.

Pese a la condena y la gravedad de los delitos, el Departamento de Justicia había concedido a los expresidentes este tercer grado que permitió que salieran de la cárcel el año pasado solo 48 días después de haber ingresado, y a partir de entonces ir únicamente a dormir hasta que este año lo revocó la Audiencia de Barcelona.