La mesa de edad decide la moción de censura de Orihuela

El secretario municipal de Orihuela se lavó este jueves las manos en el asunto de la moción de censura presentada por el PP y dos ediles del CLR (Centro Liberal Renovador), que fueron expulsados de su partido precisamente por firmar la propuesta para desbancar al actual alcalde de Los Verdes, Monserrate Guillén. A ojos del fedatario público, “debe ser la mesa de edad (...) la que compruebe a su juicio si se siguen manteniendo los requisitos exigidos” para que se dé el cambio de alcalde.

Lo que el secretario Virgilio Estremera debía dilucidar es si los concejales del CLR, José Ignacio López Bas y Pedro Mancebo, podían votar una moción tras ser expulsados de la coalición con la que concurrieron a las elecciones, el CLR-CLARO.

Las conclusiones del informe de Estremera resultan contradictorias: dice que no es competente para tomar esa decisión al tiempo que apunta que “se siguen cumpliendo” los requisitos de la moción y que López Bas y Mancebo “no deberían adquirir aún la condición de no adscritos”. El funcionario viene a decir en su escrito que el secretario de la coalición, Robert Houliston, falló al comunicar por correo electrónico la expulsión de los ediles.

Estremera enreda un poco más el asunto al decir que existe jurisprudencia que daría la razón al CLR-CLARO para acabar concluyendo que es la mesa de edad la que tiene la última palabra. Así las cosas, la citada mesa, formada por los miembros más joven y mayor del pleno, la socialista Carolina Gracia y el propio Houliston, dirá hoy si la moción para que la secretaria del PP local, Pepa Ferrando, se convierta en alcaldesa reúne o no las condiciones.

Houliston y Gracia renunciaron este jueves a hacer declaración alguna. Si la realidad es hoy coherente con los hechos de las últimas semanas, el edil inglés y la socialista examinarán los hechos y declinarán que la moción sea votada. La expectación hoy será máxima en la cuarta ciudad más poblada de Alicante. Varias fuentes apuntaron a que Houliston está siendo escoltado por la policía local, hecho del que el edil asegura no haberse percatado.