Quiroga considera la sucesión de ataques al PP una agresión a toda la sociedad

Cinco ataques han sufrido sedes del PP en Euskadi desde que el pasado 4 de octubre un grupo en apoyo de los presos de ETA precintase la de San Sebastián con carteles en favor de los reclusos. A ella han seguido desde entonces ataques a las de Amurrio, Llodio y Getxo y el más grave, el cometido la pasada madrugada contra la de Barakaldo, a la que varios desconocidos arrojaron dos cócteles molotov que han causado solo daños leves. Junto a ello se sitúa el rebrote de la kale borroka esta semana coincidiendo con la huelga de hambre de varios reclusos tarras den la cárcel de Sevilla II.

Una escalada de violencia que la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, ha considerado, más que agresiones a su formación, un ataque en toda regla a las "ansias de la sociedad de pasar página, por fin, al episodio negro vivido por culpa del terrorismo".

Quiroga ha visitado la sede de su partido en Barakaldo junto a varios dirigentes de la formación, entre ellos el presidente de Bizkaia, Antón Damborenea, y los ediles del grupo popular en la localidad vizcaína. La dirigente popular ha exhortado a "quien da cobertura" a estos episodios de violencia callejera a que hagan "un pronunciamiento claro" en su contra, pues, en caso contrario, no se podrá "abrir una nueva etapa en Euskadi".

Igualmente, ha expresado la "indignación" del partido y ha manifestado que "estos comportamientos no pueden volver a repetirse" y que su formación no está dispuesta a que "esto continúe".