Metrovacesa retoma la construcción del centro comercial de Reus

Operarios y maquinaria penetraron de nuevo este jueves en el enorme esqueleto de metal y hormigón, proyecto de centro comercial, de la avenida Sant Jordi de Reus (Baix Camp) paralizado desde hace dos años. La empresa Metrovacesa, que frenó las obras por la crisis en 2011, retomó ayer la construcción del complejo. Los trabajos se reinician tras llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de la ciudad.

La noticia ha caído como agua de mayo en la Administración local ya que este no es un centro comercial al uso: El Consistorio, con una deuda de 369 millones de euros, había previsto cuantiosos ingresos después de la inauguración del enclave. De hecho, ya los tenía comprometidos para devolver otros créditos millonarios a los bancos, por lo que la suspensión de las obras hizo tambalear las finanzas municipales.

El proyecto, faraónico antes del estallido de la crisis, retorna con un “nuevo” diseño de dimensiones más ajustadas: Los operarios se centrarán estos días en la demolición de parte de la estructura metálica, reduciendo siete metros la altura y la volumetría de una de las fachadas. La compañía prevé un centro comercial de cuatro plantas con 30.000 metros cuadrados alquilables a partir de noviembre de 2015.

El centro comercial es una de las piezas capitales de una compleja operación financiera ideada durante el pasado mandato municipal: El Consistorio trazó un plan a tres bandas, que comportaba pagar la nueva Fira con el canon de Metrovacesa, estipulado en cinco millones de euros durante los cinco primeros años, y en los siguientes, dos millones al año. Sin embargo, la estrategia ocultaba un riesgo: La compañía quedaba exenta de los pagos si el centro comercial no abría y tampoco sufriría ninguna penalización en este último caso, como finalmente ocurrió. Tras meses de negociaciones el Ayuntamiento y Metrovacesa desbloquearon en julio la polémica acordando el pago de 41 millones de euros en concepto de canon antes de noviembre de 2015.