El Gobierno vasco se conforma con la voluntad de Madrid de abrirse al diálogo

La apertura al diálogo descolla como la principal conclusión del encuentro mantenido entre las delegaciones de los Gobiernos central y vasco. En realidad, las expectativas tampoco eran mayores habida cuenta de las abiertas reticencias del Ministerior del Interior hacia la figura de Jonan Fernández, secretario de Paz y Convivencia del Ejecutivo vasco.

Aunque en el encuentro se ha abordado la actual situación derivada de la renuncia de ETA a la violencia, la prudencia elegida por Fernández para detallar los temas abordados no permita conocer más detalles que los relativos al Memorial de las Víctimas, que será definitivamente dirigido por el Gobierno central, como se preveía y el propio ministro del Interior ha subrayado en más de una ocasión.

El punto de partida de la reunión alentaba, por tanto, pocas expectativas. Quizá así sea más fácil de entender la insistencia de Jonan Fernández en destacar la importancia de la apertura al diálogo y de su continuidad asegurada a partir de septiembre, que supone un desbloqueo. Tras el largo encuentro, el representante del Gobierno vasco, y sobre quien Interior y las víctimas siguen depositando sus principales dudas, ha dejado clara su satisfacción por el hecho de que se haya producido la reunión, algo que en sí mismo, ha dicho, es positivo, ya que desde mayo del pasado año no se había reunido la comisión mixta creada a tal efecto. Además de Fernández, han tomado parte el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga.

Según se ha conocido, el Memorial de las Víctimas sigue adelante, pero en la reunión no se han fijado plazos, aunque hay un acuerdo compartido de proseguir los trabajos para poder hacer realidad esa iniciativa.  Fernández ha dicho que se se ha conseguido clarificar cuáles son las posiciones de cada parte y comprobar que hay una "voluntad clara" de impulsar el Memorial, mientras que "las cuestiones de detalle han quedado pendientes de nuevos encuentros y una clarificación".

El representante del Gobierno vasco ha elegido la vía de la prudencia y de la moderación al dar cuenta del contenido del encuentro. A su juicio, lo que "está en juego" es que el País Vasco "puede por fin afrontar un tiempo de paz, de fin de la violencia y de convivencia". En su interpretación. "para que eso sea así -ha apostillado- es necesario que haya diálogo, normalización de relaciones y coordinación. Es fundamental".