La huelga del puerto de Valencia paraliza el tráfico de contenedores

El seguimiento del segundo día de paros se cifra en el 100% en la terminal de contenedores En las terminales de coches y mercancía rodada solo trabajan los servicios mínimos Los sindicatos mantienen las huelgas para los días 17, 18, 24 y 25 de junio y del 1 al 5 de julio

Los trabajadores de las terminales de contenedores del puerto de Valencia han vuelto a secundar hoy al 100 % la huelga que se inició ayer por la falta de acuerdo para renovar el convenio colectivo. Hasta el momento, se desarrolla sin incidentes según han indicado fuentes sindicales y de la patronal.

Los sindicatos aseguran que el seguimiento de la huelga es "total" en las tres terminales de contenedores, una de granel y otra de automóviles, alrededor de quinientos empleados, y las grúas del puerto se encuentran paradas.

En el caso de las Consignatarias, los sindicatos cifran el seguimiento entre el 50 y 60 %, mientras que desde la Asociación Naviera Valenciana aseguran que la incidencia es "mínima" y que la actividad es "prácticamente normal".

Respecto a las terminales de coches y mercancía rodada, fuentes de la patronal han señalado que está trabajando el 30 % de la plantilla, que corresponde a los servicios mínimos establecidos. Los trabajadores han realizado esta mañan una manifestación por las instalaciones de la Autoridad portuaria hasta la sede de la Asociación Naviera Valenciana, donde se han concentrado durante quince minutos.

Los sindicatos UGT-PV y CC OO-PV han convocado una asamblea de trabajadores el próximo 13 de junio para analizar la situación y decidir si continúan las movilizaciones en el caso de que no haya "avances" sobre sus reivindicaciones, indican las mismas fuentes sindicales.

En principio, aseguran, mantienen el calendario de nuevas huelgas de 24 horas los días 17, 18, 24 y 25 de junio y del 1 al 5 de julio. Los sindicatos acusan a la patronal, la Asociación Naviera Valenciana, de "dilatar" la negociación del convenio colectivo durante todo 2012 y los primeros meses de 2013, lo que ha supuesto la congelación salarial de los trabajadores del sector desde hace más de un año. Además, sospechan que la patronal pretende "eliminar la antigüedad del convenio, ampliar la discrecionalidad de la flexibilidad horaria más allá del 10 por ciento y reducir los días de permiso".

Los sindicatos consideran que el nuevo convenio debería tener una vigencia de cuatro años (de 2012 a 2016), adaptar los grupos profesionales, definir categorías y ascensos, fijar el cómputo anual de la jornada, mantener la antigüedad y unir los incrementos salariales a la evolución del IPC.

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