Una ciudad que no para de bailar

Hace 12 años fue un ciclo de danza. Una oportunidad para ver algunas compañías de fuera, para compartir experiencias. Ahora es un festival de referencia. “Nunca fuimos de fuegos artificiales. Esto ha ido creciendo con esfuerzo y trabajo. Todo el mundo se equivoca. Pero nosotros, la verdad, es que hemos errado poco”. José Vélez, coordinador de Teatros de Cádiz, presume de la nueva edición de Cádiz en Danza. Este año, a pesar de los ajustes, mantiene ocho días de programación con 22 espectáculos, 17 compañías y la participación de siete países: Reino Unido, Líbano, Cuba, Francia, Alemania, Japón y España. Además, asistirán programadores de España para fraguar un circuito nacional en 2014. El certamen arrancará el 8 de junio con un taller de danza para niños impartido por el centro Albacalí. El festival, que arranca con un gesto para la eliminación de barreras, ha organizado un flashmob, una coreografía en la que puede participar todo el que quiera, que ha preparado la compañía El Garaje en la plaza San Juan de Dios. O el espectáculo de Danza Mobile, Una ciudad encendida, dirigida por Fernando Lima.

El coreógrafo y bailarín Guillermo Weickert ofrecerá una clase magistral y traerá su espectáculo Material inflamable. También dará lecciones la cubana Maura Morales. La programación de este año apuesta por los jóvenes talentos. Estarán también el catalán afincado en Bruselas Albert Quesada y la granadina Laila Tafur, premio del público en el certamen de Maspalomas. “Hemos escarbado para encontrar a gente que está llamando la atención y lo combinamos con otros más consagrados como Rocío Molina o Thomas Noone Danza". Esta última compañía catalana cerrará el festival el día 15 en el Teatro Falla con Lugares extrañamente desastrosos. Así será Cádiz en Danza. Sin fuegos artificiales pero, en estos 12 años, sin dejar de bailar.