El PP acusa a BNG e IU de hostigar a los vecinos para que revienten plenos

“Incívicos, irresponsables y poco democráticos”. El PP de Ferrol no ha escatimado adjetivos para atacar a los cuatro ediles que suman el BNG e Izquierda Unida en Ferrol. Los acusa directamente de “estar detrás” de los movimientos vecinales que irrumpieron en los plenos del pasado jueves 25 y otra vez este lunes con gritos y pancartas para pedir trabajo y viviendas sociales en una ciudad que vive de unos astilleros vacíos y que está a cabeza de unas estadísticas demoledoras en paro (32%) y despoblación en Galicia.

El PP local, en un comunicado, lleva lejos sus descalificaciones a cuatro miembros de la corporación democrática. Aunque no los cita explícitamente, el PP -que gobierna Ferrol con mayoría absoluta y 13 concejales- se refiere a los ediles Iván Rivas y Mercedes Tobío, del BNG y a dos de IU, Javier Galán y Suso Basterrechea, a los que culpa de “echar gasolina al fuego”, de fomentar “la crispación social” y de competir “por ganar un puñado de votos en la radicalidad”.

“Para ellos el fin justifica los medios y su único fin es la revuelta y la confrontación”, se despachan los populares, que se escudan en un informe policial para aducir que su “integridad” estuvo en riesgo y reforzar así el control de acceso a los plenos. Aunque abarrotados y ruidosos, no hubo ningún tipo de 'incidente' -como los define el PP- más allá de la algarabía verbal de varias docenas de personas que reclamaban trabajo para Navantia, un piso para vivir, las nóminas atrasadas o los ahorros captados por las preferentes. Los ciudadanos que quieran asistir, en el futuro, tendrán que pasar el arco de seguridad de la entrada y un segundo control antes de entrar al salón de plenos. Esta medida, que comenzó a aplicarse el lunes en una sesión ordinaria que se celebró a trompicones hasta que los manifestantes se marcharon voluntariamente, disgustó a los concejales del Bloque e IU, que tras pedir explicaciones al alcalde, José Manuel Rey, abandonaron la sala.

Para el PP, esta acción de protesta de la izquierda local fue una “dejación clara de sus responsabilidades”. “Sorprende ver a miembros de una corporación local organizando a quienes pretenden impedir el normal funcionamiento de las instituciones”, añade el PP ferrolano, que responsabiliza por anticipado a BNG y IU de “los actos violentos” que puedan ocurrir en el futuro. Las acusaciones indisimuladas de los populares han caído muy mal entre las formaciones de izquierda. Para el Bloque, el PP pretende “criminalizar” los movimientos sociales y trata a los vecinos como “enemigos”. Izquierda Unida ha elogiado, precisamente, el comportamiento cívico de los vecinos que desbordaron el pleno sin tiranteces ni altercados a pesar de las circunstancias personales , a menudo dramáticas, que muchos arrastran.