La Cámara insta a Rajoy a renunciar a cualquier intento de reabrir Garoña

El Parlamento ha instado en el pleno de hoy al Gobierno central a renunciar a "cualquier nuevo intento" de revocar el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña (Burgos), previsto para el próximo 6 de julio.

La propuesta, una transaccional pactada entre el PSE, su proponente original, y EH Bildu ha recibido además el apoyo del PNV, mientras que populares y UPyD votaban en contra a la mayoría de los puntos.

La Cámara reclama además al Ejecutivo de Rajoy que acelere el proceso de desmantelamiento y pone el énfasis en "la garantía de la seguridad y en la transparencia informativa".

El PP ha calificado este debate como “obsoleto y caduco”, en palabras de su parlamentario Carmelo Barrio, quien ha recordado al PSE que fue precisamente un Gobierno socialista, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, quién decidió prorrogar la vida de Garoña. Natalia Rojo, parlamentaria del PSE, ha replicado criticando al PP por culpar de todos los males del país al expresidente.

Rojo ha criticado también la falta de claridad del ministro de Industria, José Manuel Soria, a quien ha acusado de mantener cerrada Garoña mientras mantiene conversaciones con el operador de la planta (Nuclenor, paticipada por Iberdrola y Endesa) para alargar la vida de la central hasta 2019.

Desde EH Bildu, Igor López de Munain ha dejado claro que su grupo no aceptará "ninguna negociación con Endesa o Iberdrola" para que la instalación permanezca abierta y ha enmarcado el debate sobre Garoña en otro más amplio acerca del futuro modelo energético de Euskadi.

Juan Carlos Ramírez, del PNV, ha alertado también de la existencia de "movimientos raros" para que Garoña obtenga otro permiso de explotación, pero ha confiado en que no fructifiquen.

Gorka Maneiro, de UPyD, ha considerado "cansino" volver a solicitar el cierre de la central y ha dicho que su grupo no lo pedirá "mientras que los técnicos analicen si puede seguir funcionando".

La Cámara también ha instado, en este caso igualmente con el voto del PP, a ambos Gobiernos a considerar a los Ayuntamientos vascos del ámbito de la central beneficiarios de las medidas que se puedan adoptar tras el cierre de Garoña. Estas medidas irán orientadas a la recuperación económica de la zona, en la que tras el cierre de la central se perderán 300 puestos de trabajo.