Las limpiadoras de institutos se movilizan contra los despidos

A Raquel C., de 35 años, se la llevan los demonios. “Me puse negra”, dice. “No tenía que haber firmado”. Se siente extraña con el banderín y las proclamas. Como todas. Cerca de un centenar de mujeres convocadas por CC OO y UGT protestaban ayer a voz en grito frente a la Consejería de Educación y Empleo (en la calle de Alcalá). Son las limpiadoras de la red de institutos públicos de la Comunidad de Madrid, con 296 centros. Educación ha concentrado todos los contratos de limpieza en seis lotes. Todos han sido adjudicados a la empresa Eulen, que rebajó la oferta para dos años de servicios hasta 31,25 millones.

En esos 4,3 millones “de ahorro”, según las cifras oficiales, están lo que las limpiadoras que se desgañitan y los sindicatos que las acompañan llaman “atropellos y coacciones”. A Raquel y a sus compañeras de un instituto de Villaverde las convocaron en la empresa de limpieza tras ganar el concurso. “Primero dijeron que la buena noticia era que seguíamos dentro”, cuenta la mujer. “Después, que teníamos que firmar por menos horas”, añade. Protestaron en el despacho. “No quería firmar porque no era justo, porque así el trabajo no sale, pero me amenazaron con ponerles aún menos horas a mis compañeras”.

Otras explican que firmaron un despido disciplinario por el “paulatino y continuado descenso en su rendimiento profesional detectado durante los últimos meses”, según el modelo tipo que ayer enseñaban en la concentración. Las centrales las están recopilando para preparar una denuncia. “Me dolió mucho que dijeran que no hago bien mi trabajo, porque no es verdad”, cuenta en otro corrillo María Carmen P. Trabajaba en un instituto de Moratalaz hasta que una misma mañana fue convocada y firmó la subrogación con Eulen y a continuación su despido. Los sindicatos calculan que hasta 200 de unas 1.700 empleadas se quedan en la calle. Una portavoz de Eulen, que rechaza responder a preguntas, alude solo a una “reestructuración” y niega las coacciones.

La Consejería alega que los contratos, que antes gestionaban pequeñas empresas, se reagruparon en lotes para mejorar la eficacia del servicio. “Los posibles conflictos laborales”, prosigue un portavoz de Educación, quedan “al margen” de la Consejería. La Asociación de Empresarios de Limpieza de Madrid, Aelma, que aglutina 175 pymes de las 700 de la región, denuncia que el “macroconcurso” estaba “un 35% por debajo del precio de mercado”. Su presidente, Jesús Martín, prevé el cierre de un centenar de pequeñas empresas y el despido de más de 500 empleadas. El cambio, sostiene, “afectará a la calidad, habrá problemas de salud y de higiene".