Ciutat Vella regulará a los pintores de La Rambla

Primero fue la regulación de las estatuas humanas de la parte alta de La Rambla y en un futuro próximo les tocará a los pintores que ocupan el tramo de Santa Mònica. El distrito de Ciutat Vella está preparando una normativa para regular el espacio y las condiciones de los pintores ante la "evidencia" de que cada vez hay más problemas, en opinión de la concejal, Mercè Homs: "Creemos que, como ocurrió con las estatuas, se deben adoptar criterios de calidad de los trabajos que se exhiben".  La reflexión la está haciendo el equipo técnico del distrito que trabaja en una normativa para que esté terminada antes de diciembre. De momento, se piensa en formar un jurado con especialistas para evaluar los trabajos. Actualmente, hay 84 licencias de pintores para dos turnos, aunque la media es de unos 20-25 en cada uno de ellos. Manel, presidente de la asociación de pintores de La Rambla -la más veterana-, puntualiza que no saben nada sobre la regulación: "Como todo, depende de cómo se haga". Con el colectivo de pintores de La Rambla ha pasado lo mismo que ocurrió con las esculturas, que ha crecido de forma exponencial a la llegada masiva de turistas.

Al margen de los pintores de La Rambla, el distrito ha optado por echar mano de una empresa externa para realizar un peinado de los puestos de las floristas, quioscos de prensa y los que sustituyeron a los pajareros. Será la que revise las cuestiones del espacio que ocupan -los quioscos de prensa tienen una parte avanzada en la que venden todo tipo de souvenirs- y los productos que venden, sobre todo en el caso de los floristas -muchos de ellos venden más imanes y pañuelos que flores- y en el de los puestos de los antiguos pajareros, hoy reconvertidos en heladerías y venta de toda suerte de productos para turistas. El sistema de adjudicación es el directo porque el contrato será inferior a los 59.000 euros y la empresa todavía no ha sido elegida, han aclarado en el distrito. La empresa en cuestión hará el chequeo, pero la postestad de abrir expediente seguirá siendo de los inspectores del distrito y de la Guardia Urbana. Ciutat Vella cuenta con nueve inspectores, además de los agentes de la policía municipal. Preguntada sobre cuántas inspecciones y el resultado de las que se han realizado en este año, la concejal ha contestado que sobre unas 150, siempre por denuncia. Las sanciones que se han impuesto parten de los 250 euros.

Es un hecho que numerosos establecimientos de La Rambla incumplen la normativa (camisetas colgando en las puertas de las tiendas de souvenirs, ocupación del espacio público más allá de la licencia, venta de aceite como souvenir) como también lo es la tolerancia con la que son tratados por el distrito. El plan de inspecciones supondrá un aviso pero no de forma inmediata la apertura de expediente.  Esto solo ocurrirá en determinados supuestos; motos aparcadas en las aceras, trileros, reparto de flyers y de silbatos y objetos voladores.

En cuanto a la denuncia de blanqueo de dinero en algunas de las franquicias establecidas en el paseo central de la ciudad, denunciado por la exregidora del distrito, Itziar González; la edil Homs precisó que, por ahora, no se ha detectado nada parecido.