Rodríguez niega que Vendex le regalara un Rolex “ni nada”

El regidor ourensano insiste en su inocencia. Francisco Rodríguez mantiene el testimonio que prestó el sábado ante la juez Pilar de Lara negando haber recibido regalos de la empresa Vendex —adjudicataria de la ORA y de la limpieza de las instalaciones del ayuntamiento de Ourense—, con lo que contradice la declaración de los directivos de la concesionaria. Estos declararon ante la magistrada que habían hecho regalos “de Navidad” al alcalde y citaron cuatro relojes de lujo, entre ellos al menos un Rolex.

La defensa del regidor ourensano recurrirá el auto que le imputa los delitos de cohecho y prevaricación. El recurso se basará en la “inexistencia” de pruebas. El abogado del alcalde, Arturo González, sostiene que las grabaciones en las que se basa la juez para imputarle ambos delitos “son interpretables” y “no queda demostrada” la existencia de ningún regalo.

“La empresa dirá que le envió un Rolex pero, desde luego, él no lo recibió. Ni eso ni ninguna otra cosa”, señaló a este diario el letrado, negando de esta forma el cohecho que se le imputa al regidor. En lo que respecta a la prevaricación, el recurso se basará en que Rodríguez “no solo no realizó a Vendex las concesiones” que tiene en Ourense —heredadas de los mandatos del popular Manuel Cabezas—, sino que “se las recortó”, retirándole el servicio de limpieza de los colegios, con lo que a su juicio “queda claro que no favoreció a esta empresa”.

Amparado en esta misma negación de los delitos que se le imputan al alcalde ourensano, fuentes de su entorno más próximo han confirmado a este diario que Rodríguez no dimitirá de su cargo. El alcalde tenía previsto ayer presidir el pleno convocado para esta mañana. A mediodía Rodríguez agradeció a través de la redes sociales “el apoyo, cariño y confianza recibidos” de los ourensanos.

Las mismas fuentes niegan que el alcalde haya recibido “la mínima sugerencia de que presente su dimisión” por parte de las ejecutivas nacional y federal del PSOE. “Solo faltaba que una juez, basándose en sospechas o testimonios de una empresa, doblegue el pulso democrático de la tercera ciudad de Galicia”, sostienen los colaboradores del alcalde.

“No hay causa”, concluyen. En su opinión “no hay más que unas imputaciones ridículas en el marco de una operación de corrupción en la que se están buscando otras cosas y en las que el alcalde de Ourense se ha convertido en un daño colateral”.