Málaga cierra su feria más austera

Málaga despide hoy domingo la feria más austera de los últimos años, que se ha saldado con una asistencia un 10% inferior a la edición anterior. El alcalde, Francisco de la Torre (PP), no pudo este año mencionar la cifra mágica de seis millones de visitantes que esgrimía por sistema año tras año y rebajó el número de visitantes al real y a la feria del centro a 5,5 millones.

El regidor destacó la “gran normalidad” vivida, según él, en el periodo festivo que se inició el pasado 11 de agosto y aseguró que la feria ha dado este año “mucha más satisfacción y calidad” a los que se han acercado hasta ella. De la Torre proporcionó una batería de cifras para sostener su apreciación: las visitas a las oficinas de turismo crecieron un 41,5% respecto a 2011 y la ocupación hotelera aumentó dos puntos hasta el 87%. Las actuaciones de la Policía Local se redujeron un 45%. El incidente más grave fue el apuñalamiento, ayer, de un joven, en el Cortijo de Torres, que supuso la detención de un menor de 16 años y un joven de 20.

Además, la basura recogida de los recintos feriales se redujo un 9,9% hasta las 768,4 toneladas de residuos. En cuanto al coste de los festejos, el presupuesto ha alcanzado los 450.000 euros, un ahorro de 375.000 euros respecto a 2011.

Pese a las cifras, esta edición de la semana mayor malagueña no ha estado exenta de polémica. Quizá la más sonada —junto con la noria gigante que estuvo a punto de ser desmontada porque invadía espacio de aviación civil— fue el traslado de la zona autorizada para hacer botellón a la explanada de Santo Domingo. La elección de este lugar, colindante con varias casas hermandades y con el hotel NH, ha sido muy criticada por el exceso de ruido y suciedad y por los incidentes que se generaron en sus alrededores. El alcalde pretende que el año que viene la zona de la juventud vuelva a Santo Domingo, aunque “se tratará de minimizar los efectos negativos, colaterales, que haya podido tener, en diálogo con los afectados”.

También ha causado controversia el hecho de que la constructora Sacyr utilizara el patio del Palacio de la Aduana —de cuya remodelación se ha encargado— para organizar una fiesta privada sin contar con permiso de la Subdelegación del Gobierno, titular del inmueble. “No nos agrada que tenga lugar una actividad con connotación ferial sin que nadie lo sepa. Lo importante de estas cosas, que no tienen excesiva importancia, es que estén reguladas y dichas, es lo lógico”, afirmó el alcalde de Málaga.

Terminada Málaga, ayer se inició en Almería la feria de la Virgen del Mar, que se prolongará hasta el 25 de agosto. Aunque este año se ha reducido un 30% el presupuesto, habrá más casetas, 21, y feriantes, 288.