La ponencia de paz arranca en Gipuzkoa sin el PP

La Ponencia de Paz, Convivencia y Normalización Democrática que se desarrollará en las Juntas Generales de Gipuzkoa celebró ayer su reunión constitutiva, en la que los grupos políticos acordaron iniciar los trabajos en el mes de septiembre tras realizar un diagnóstico de la situación actual. En la comisión tomarán parte todos los partidos, a excepción del PP.

La presidenta de la citada ponencia, la socialista Rafaela Romero, informó al término de esta primera reunión, celebrada a puerta cerrada, de que los integrantes del grupo de trabajo presentarán después del verano una evaluación sobre la situación que se vive en Gipuzkoa tras el anuncio de ETA de cesar su actividad armada.

El texto leído por Romero, consensuado por todos los grupos políticos, indica que en septiembre próximo quieren contar con un diagnóstico inicial, unos retos, unos objetivos y los trabajos que entiendan necesarios para cumplir con el objeto final de la ponencia. El escrito de los integrantes tendrá que ser presentado antes del mediodía del día 17 de septiembre.

Los representantes de Bildu en la ponencia serán Idoia Ormazabal y Begoña Vesga, mientras que Markel Olano y Eider Mendoza lo harán por el PNV; Lore Suárez y Romero por los socialistas, y Rebeka Ubera y Ernesto Merino por Aralar. A la primera cita acudió el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, acompañado por la directora de Derechos Humanos y Memoria Histórica de su gabinete, Marina Bidasoro.

Por la convivencia

La ponencia no celebrará ninguna reunión en los próximos dos meses, ya que sus integrantes dedicarán este tiempo a preparar esa evaluación, “un trabajo nada sencillo”, según dijo Romero, quien agradeció a todos los integrantes de este nuevo órgano su disposición al trabajo.

La creación de esta ponencia de paz fue aprobada por la Cámara provincial el pasado 11 de junio con el apoyo de todos los grupos políticos, salvo el PP, que votó en contra. Este partido se opuso al entender que la ponencia tendría que partir de la exigencia a ETA para que anunciara públicamente su disolución. Este órgano se creó para “contribuir a la humanización, la convivencia, la reconciliación social y la educación para la paz”. La voluntad es que, en sesiones quincenales, los trabajos de este foro continúen hasta diciembre de 2014.