Solo el 20% de las empresas turísticas invierten en innovación

Considerado un factor básico para que las empresas salgan de la crisis, el sector turístico no está por la labor de la innovación. Solo el 20% de las empresas del sector cuentan con un departamento de innovación. Y lo peor, más de la mitad, el 55%, no incluye en sus planes invertir en innovación. Así lo revela el Informe Innovación Turística en España 2012, presentado hoy en ESADE por el catedrático Josep Francesc Valls, quien, pese a todo, ha subrayado que las empresas comienzan a ver la necesidad de tomárselo en serio. Entre 2010 y 2011 los empresarios que "le dan importancia" han pasado del 50% al 60%.

El estudio también revela que son las pequeñas y medianas empresas las que destinan más esfuerzos a la innovación (el 12% de la facturación en la mitad de las que ingresan menos de 500.000 euros). Y otro apunte interesante: si antes la innovación pasaba por el exterior de las compañías, que asistían a ferias y congresos o contrataban consultores expertos, ahora miran hacia el interior de la empresa y tiran del talento de sus empleados para innovar. "Aparecen muchas más actitudes activas que reactivas para enfrentarse a la crisis", apunta Valls. Las fuentes de innovación del sector turístico español son, indica el estudio, la práctica diaria, los clientes, el equipo directivo y los empleados.

Sector a sector, resulta que los hoteles y los restaurantes mejoran sus estrategias de comercialización, aprietan más a los proveedores y siguen ajustando plantillas. Además, han frenado la internacionalización, invierten menos en tecnologías y externalizan menos. El transporte afronta la internacionalización y reinventa su modelo de negocio; los intermediarios se adaptan al mundo online y promueven la internacionalización, y las empresas de ocio focalizan sus esfuerzos en reinventar el modelo de negocio y crear nuevos productos.

Como resultado del estudio, Valls ha señalado los cuatro clusters que corresponden a posibles modelos de negocio. Son las empresas de estrategia creativa, que atienden al entorno, los viajeros y dan mucha importancia a la marca; las expansivas, que externalizan al máximo hasta quedarse con la mínima estructura que les permita ser muy flexibles; las reactivas, "que siguen con la rémora de reducir costes" sin adoptar medidas activas, y las experienciales, que basan su negocio en la creación de "experiencias, relaciones, emociones", etc.

El consejero delegado de Hesperia-NH, Javier Illa, ha subrayado que la innovación "no requiere de grandes inversiones, sino que es una cuestión de actitud interna". "Se trata de recoger las impresiones de los empleados, aprender desde arriba a escuchar lo que pasa abajo", ha afirmado. "Innovar es tan simple como tener la sensibilidad de reconocer que tienes un problema y ponerte a resolverlo", ha añadido. Illa ha reprochado también a las Administraciones que hayan reducido las subvenciones, lo cual puede perjudicar, ha dicho, los esfuerzos en inversiones privadas de los últimos años.

Desde la Agencia Catalana de Turismo, Sílvia Parera ha respondido que la actual situación económica no permite dar subvenciones y que la Generalitat ha optado por "racionalizar estructuras, optimizar procesos y por las líneas de crédito". Jordi Ferrer, consultor de Europraxis, ha alertado de que si España quiere seguir formando parte del "privilegiado club de los países con industria turística fuerte debe invertir en innovación". "Igual que celebramos estar entre el primer y el cuarto puestos en llegadas, estamos en la cola en innovación", ha subrayado.