El Estado renueva sus representantes en el Consorcio Valencia 2007

El organismo es el encargado de gestionar las infraestructuras de la dársena del puerto de Valencia

Valencia - 08 jun 2012 - 15:47Actualizado: 08 jun 2012 - 15:49CEST

El Consejo de Ministros ha aprobado los nombramientos de los representantes de la Administración General del Estado en el Consejo Rector del Consorcio Valencia 2007. Una renovación pendiente desde el cambio de Gobierno en diciembre pasado.

Los nuevos nombramientos se adecuan a la nueva estructura ministerial. Los estatutos del consorcio indican que corresponde a la Administración General del Estado designar al vicepresidente primero del consejo rector, a siete vocales y a sus respectivos suplentes, todos ellos con carácter honorífico y no retribuido.

Estos nuevos representantes del Gobierno son como vicepresidente primero el Secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, y como vocales el Secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Ministerio de Fomento; el Director de Gabinete del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas y el Director General de Presupuestos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Entre los vocales están el Director General del Instituto de Turismo de España del Ministerio de Industria, Energía y Turismo; la Delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana; el Director General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y el Director General de Negocios del Instituto de Crédito Oficial.

El Consorcio Valencia 2007 es el organismo encargado de gestionar y explotar las infraestructuras de la dársena del puerto de Valencia, antes para la celebración de la Copa del América y ahora para el desarrollo de este nuevo espacio ciudadano.

El Gobierno ha recordado que después de la modificación de los Estatutos de este organismo, llevada a cabo el 8 de marzo de 2005, y tras la celebración de la Copa del América entre sus fines figura "la potenciación de los impactos económicos, culturales y de imagen que redunden en una mejora del atractivo de las infraestructuras e instalaciones" que va a explotar y que "faciliten la obtención de una rentabilidad suficiente del conjunto de actuaciones".

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