De ladrones a joyeros

Una joyería en el número 2 de la calle de Martín de Vargas, junto a la de Embajadores, era el método que una banda de butroneros utilizaba para blanquear el dinero y las alhajas procedentes de sus robos. El establecimiento lo abrió la madre de uno de los ladrones hace un mes, según ha informado esta mañana la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

En una operación anterior, en febrero, la policía desarticuló a la rama principal del grupo, a la que se le imputó 10 robos, entre ellos el de la sucursal de Correos de la Ciudad Universitaria y la oficina de El Cobrador del Frac en Valencia. Los agentes de la policía judicial decidieron continuar las investigaciones al comprobar que algunos familiares de los detenidos conducían coches muy caros y llevaban un nivel de vida mucho más alto del que correspondía a sus ingresos.

Los agentes comprobaron que Joaquina G. G., madrileña de 55 años y madre del principal detenido (Víctor David J. G., de 32 años y con 21 detenciones) había adquirido un loft en las últimas semanas y se había gastado 200.000 euros en acondicionarlo y decorarlo. Las actividades de los allegados de Víctor David cada vez resultaban más sospechosas. Hace un mes abrieron una joyería en el barrio de Embajadores y crearon la empresa Parada del Oro, SL con la que blanqueaban parte del dinero procedente de los robos. También daban salida a las alhajas con la venta al público que acudía al local. La reforma del local costó 35.000 euros.

La última parte de la operación terminó con seis imputaciones. Además del supuesto cabecilla y su madre, está acusado Mohamed B. O, de 24 años y apodado El niño moro, el supuesto lugarteniente de la organización con 11 detenciones a sus espaldas. También está en el proceso su novia Nabila B., de 22 años y tres arrestos, y otros dos presuntos integrantes del grupo: Patricia S. C., y Sergio R. G., con 10 detenciones.

La investigación se efectuó por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 15, que abrió una pieza separada del primer caso de los butroneros al detectar que había parte de la banda que se dedicaba al blanqueo de capitales. Tras el arresto de los integrantes de la banda, la joyería fue registrada y quedó clausurada por orden judicial. También se cerraron las actividades de Parada del Oro, se prohibió la enajenación o venta del loft y fueron decomisados cuatro vehículos, siempre según fuentes judiciales.