Aznar lamenta que el acceso norte al puerto se abandone

El acceso norte al puerto de Valencia se abandona. Al menos del modo en que estaba previsto, con un túnel valorado en 800 millones de euros. El Ministerio de Fomento, en plena fase de recortes, y la Generalitat, agobiada por la reducción del déficit, no harán frente a un proyecto tan caro. Lo ha confirmado la consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig, esta semana tras la visita a Valencia de la ministra de Fomento, Ana Pastor.

Las reacciones al anuncio de Bonig no cesan de producirse desde entonces. En un programa de Canal 9, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Rafael Aznar, insistió ayer en que el acceso norte es una infraestructura necesaria, si bien reconoció que “es momento de ser sensato y racional y esperar mejores situaciones”, dijo, a la vez que sugirió que se buscasen alternativas más económicas para mejorar el tráfico de mercancías que entran y salen del puerto.

“Hay que decir que determinadas personas e instituciones no supieron defender en su momento este acceso, que era nuclear”, dijo el presidente portuario, quien volvió a reivindicarlo: “Es una infraestructura necesaria porque aporta competitividad y eso hay que tenerlo muy claro”.

La construcción del acceso norte al puerto tiene una historia casi tan antigua como el tren de alta velocidad, que ya llega a Valencia. Pero los diferentes Gobiernos han ido aplazándolo al ser un proyecto caro y complejo de planificar.

Oposición vecinal

El Gobierno español y la Generalitat llevan años pasándose el proyecto. El Ejecutivo estatal pactó con la Generalitat en un protocolo de 2005 en el que la construcción del acceso quedaba a cargo del Consell. Mario Flores, predecesor de Bonig en el cargo, pasó en mayo de 2011 la responsabilidad a Fomento, en esos momentos bajo administración del PSOE, con el argumento de que el proyecto definitivo era excesivamente caro y la Generalitat no podía hacerle frente. Ahora se confirma que ninguna de las dos Administraciones está en condiciones de sacar adelante esta infraestructura que siempre contó con una fuerte oposición vecinal.

Oficialmente, la consejera ha dicho al ministerio que se busquen alternativas y eso es lo que ayer pidió el presidente del puerto de Valencia, Rafael Aznar. Pero ni los presupuestos de la Administración autonómica, ni los de la estatal, serán capaces en estos años de crisis de sufragar una obra de estas características.