El fiscal pide dos años de cárcel para el promotor del centro ruso de Málaga

El promotor ruso Vladimir Beniachvili, que levantó un complejo residencial de 3.500 metros cuadrados en un paraje protegido de los montes de Málaga capital, se enfrenta a una petición del fiscal de dos años y medio de cárcel. Beniachvili, que hizo caso omiso a al menos 15 órdenes del Ayuntamiento para que suspendiera los trabajos o demoliera lo construido ilegalmente, está acusado de un delito continuado contra la ordenación del territorio y otro de desobediencia.

 Desde que en 1998 la entonces alcaldesa Celia Villalobos (PP) firmara la primera orden de paralización de los trabajos y se abriera el primer expediente sancionador, Beniachivili fue acumulando desacato tras desacato mientras su vivienda crecía y se comía el monte a ojos vista. En 2002, el promotor logró un permiso de la Gerencia de Urbanismo de Málaga para añadir a la vivienda un garaje, una piscina con vestuario y una pista de tenis. Sin embargo, utilizó esa licencia para ampliar su complejo más allá de lo permitido.

Beniachivili trató de hacer pasar su proyecto oficialmente como una actuación agrícola. Sin embargo, el complejo se iban añadiendo 14 apartamentos, un gimnasio, una sauna, un salón de belleza y otro de masajes. Además, amplió ilegalmente los carriles de acceso y explanó ilegalmente 3.500 metros cuadrados de monte.

La construcción del llamado centro ruso de Pinares de San Antón —zona de Málaga donde se asientan los edificios ilegales— abarcó hasta 2010. En diciembre de ese año, el Ayuntamiento asumió la demolición forzosa de lo construido por el promotor en suelo no urbanizable. El coste del derribo ascendió a unos 300.000 euros. Desde entonces, Beniachivili ha emprendido por su cuenta la demolición de otras zonas ilegales de su edificación, por lo que el fiscal solicita que se le aplique la atenuante de reparación del daño en el delito contra la ordenación del territorio.