El Guinardó no quiere ser moneda de cambio de Can Batlló

La asociación de vecinos de Joan Maragall, en el Guinardó, en Barcelona, no entiende que la finca de Mare de Déu de Montserrat, una de las piezas urbanísticas para desencallar el proyecto de Can Batlló, en Sants, pueda valer 22,5 millones de euros y no quiere que sea moneda de cambio. El Ayuntamiento pagaría esa suma a la inmobiliaria Inmogaudir, dueña de la finca del Guinardó —calificada de zona verde—, para que empiece la transformación de Can Batlló, de la misma promotora.

La finca del Guinardó, conocida con el nombre de Talleres Muñoz, estuvo a punto de ser incluida en el parque dels Tres Turons. “Estaba en la primera propuesta de 2005 y nunca supimos por qué fue excluida de los límites cuando se aprobó el parque en 2009”, cuenta Joan Corbera, portavoz vecinal. La asociación teme que si el Ayuntamiento está dispuesto a pagar tanto es por algo y teme que luego se intente recalificar parte de los 16.000 metros.

El PSC se opone a la valoración de 22,5 millones porque puede sentar un precedente peligroso al haber expropiaciones en marcha. Y lanza esta idea para desencallar Can Batlló: que el jurado de expropiación dirima la valoración. “La promotora y el gobierno deben pactar un precio que aportaría el Ayuntamiento a cambio de suelo en Can Batlló y empezar la transformación”, explicaban ayer los ediles Jordi Martí y Assumpta Escarp.