Las 10 mejores obras de teatro de 2025 (y las cinco mejores de danza)
Cinco creadoras totales han marcado la producción escénica del año que termina: Lucía Carballal, María Velasco, Victoria Szpunberg, Angélica Liddell y Rocío Molina
La lista de los mejores espectáculos teatrales de 2025, realizada con aportaciones de los tres críticos habituales de Babelia y presentada aquí en orden cronológico, deja una conclusión evidente: cuatro de los diez títulos señalados llevan la firma de mujeres creadoras totales. Lucía Carballal, María Velasco, Victoria Szpunberg y Angélica Liddell, cada una en su estilo, son la prueba de que la diversidad enriquece el arte. A lo que hay que añadir la catarsis dancística que desató la bailaora Rocío Molina en su último estreno.

Viva!
Autoría e interpretación: Daniel Olmos y Lisa Peyron. Dirección: Daniel Olmos y Lisa Peyron, con el acompañamiento artístico de Katy Deville y Clément Montagnier.
Este primer espectáculo de la compañía La Loquace es una tragedia divertida, dura, afiladísima, multipremiada y emocionante en la que Daniel Olmos, español, y Lisa Peyron, francesa, encarnan a una pareja que transita la II República, la Guerra Civil y el franquismo, pero también se interpretan a sí mismos como dúo artístico y sentimental. En su compañía actúan un arsenal de lápices rojos y azules mal avenidos, sacapuntas, pósits y otros objetos de papelería, que conmueven como si fuesen de carne y hueso. Aunque el año pasado hizo seis funciones en España, su difusión se ha generalizado en 2025.
Crítica: Una guerra doble (civil y de género) debajo de la alfombra

Historia de una escalera
Texto: Antonio Buero Vallejo. Dirección: Helena Pimenta. Intérpretes: David Bueno, Juana Cordero, Gloria Muñoz / Puchi Lagarde, Gabriela Flores, Luisa Martínez Pazos, Mariano Llorente, Concha Delgado, Marta Poveda, David Luque, Agus Ruiz, Carmen del Valle, José Luis Alcobendas, Javier Lago, Alejandro Sigüenza, Darío Ibarra / Eneko Haren / Nicolás Camacho, Andrea M. Santos y Juan Carlos Mesonero. Estreno: 24 de enero. Teatro Español. Madrid.
Bajo su pátina de comedia costumbrista, Historia de una escalera pone el dedo en la llaga de la ausencia de movilidad social. Tres cuartos de siglo después de haberla escrito Buero Vallejo y tras 22 años ausente de la cartelera, el montaje de Helena Pimenta deja claro que los problemas planteados en la obra son tan acuciantes hoy como ayer: la carestía, el ahogo económico de la clase trabajadora, la llegada de actores pudientes que desplazan a los antiguos vecinos…
Crítica: El ascensor social sigue averiado

L’herència
Texto: Matthew López (inspirado en la novela ‘Howards End’, de E. M. Forster). Dirección: Josep Maria Mestres. Intérpretes: Dafnis Balduz, Ricard Boyle, Francesc Cuéllar, Carlos Cuevas, Abel Folk, Eudald Font, Víctor G. Casademunt, Teresa Lozano, Lluís Marquès, Carles Martínez Morgan, Albert Salazar, Marc Soler, Ferran Vilajosana. Estreno: 20 de febrero. Teatre Lliure. Barcelona.
La producción del Lliure de la monumental obra de Matthew López fue sin duda uno de los espectáculos de la temporada pasada en Barcelona. Josep Maria Mestres dirigió con gusto y oficio la espléndida traducción al catalán de Joan Sellent con un gran reparto donde brillaban especialmente Carles Martínez, Abel Folk, Marc Soler y Albert Salazar. Resulta bastante incomprensible que el montaje estuviera programado tan solo durante cuatro semanas, pero es el ejemplo perfecto de hasta dónde puede llegar el absurdo sistema de sobreproducción teatral español.
Crítica: Legado, comunidad, transmisión

Los nuestros
Texto y dirección: Lucía Carballal. Intérpretes: Miki Esparbé, Marina Fantini, Mona Martínez, Manuela Paso, Ana Polvorosa, Gon Ramos, Alba Fernández Vargas / Vera Fernández Vargas y Asier Heras Toledano / Sergio Marañón Raigal. Estreno: 21 de febrero. Teatro Valle-Inclán. Madrid.
Con Los nuestros, Lucía Carballal se ha consolidado este año no solo como una de las autoras fundamentales del teatro español contemporáneo, sino también como directora de sus textos. En esta faceta demuestra la misma destreza para combinar géneros y formatos que despliega en su escritura, conjugando narración, monólogos y diálogos convencionales con recursos escénicos posdramáticos. Todo ello para diseccionar las taras y virtudes de la familia contemporánea a través de un clan que se reúne en el funeral de la matriarca.
Crítica: Lucía Carballal, una voz ya fundamental del teatro español contemporáneo

Camino a la Meca
Texto: Athol Fugard. Versión y dirección: Claudio Tolcachir. Intérpretes: Lola Herrera, Natalia Dicenta y Carlos Olalla. Estreno: 13 de marzo. Teatro Bellas Artes. Madrid.
En el régimen surafricano del apartheid, Athol Fugard escribió esta fábula sobre la dominación de las mayorías por las minorías y de la mujer por el hombre, pero también sobre la presión ejercida por grupos religiosos y financieros sobre personas individuales, llegada la edad provecta. Claudio Tolcachir se ha puesto al servicio de la historia en este bien modulado montaje de Camino a la Meca, en el que brillan la humanidad de Lola Herrera y la complicidad de Natalia Dicenta.
Crítica: Un dilema universal en la Sudáfrica del ‘apartheid’

Weltschmerz (títol provisional)
Texto y dirección: Ferran Dordal Lalueza. Intérpretes: Clara Aguilar, Ferran Dordal Lalueza, Albert Pérez Hidalgo y Marc Salicrú. Estreno: 19 de marzo. Fundación Joan Brossa. Barcelona.
¿Es la petanca un deporte espectacular? Weltschmerz (títol provisional) así lo demostró, convirtiendo una partida de petanca en el centro de un espectáculo hipnótico. Ferran Dordal Lalueza utiliza el juego para discurrir sobre las miserias del sector teatral, poniendo voz a sus pensamientos sobre la precariedad y el efecto escurridizo de nuestro presente. El azar y la impredecibilidad de la partida marcaron el ritmo y el resultado de cada función. Teatro tranquilo como un jardín zen y filosófico como un pensador alemán.
Crítica: Angustia, incertidumbre y petanca

Opereta imaginària
Texto: Valère Novarina. Dirección, traducción y adaptación: Albert Arribas. Intérpretes: Mònica Almirall , Marcia Cisteró , Antonia Jaume , Oriol Genís , Roosevelt Jimenez y Griselda Ramon Salicrú. Estreno: 23 de abril. Fundació Joan Brossa. Barcelona.
Albert Arribas y su troupe de Centaure Produccions han lleagado a la cúspide de su trayectoria con esta obra “imposible” de Valère Novarina. Opereta imaginària es a la vez celebración y parodia, cachondeo y ensayo cultural, un cabaré literario que Arribas adaptó al catalán con una traducción creativa, respiratoria e “idiota”. Un elenco en absoluto estado de gracia brilló como nunca: Mònica Almirall y su inigualable don de lenguas, Màrcia Cisteró y su jota metafísica, Oriol Genís y su monólogo interminable... Una fiesta total.
Crítica: Cabaré fonético, musical y teatral

Vendrán los alienígenas y tendrán tus ojos
Texto y dirección: María Velasco. Intérpretes: Maricel Álvarez y Carlos Beluga. Estreno: 25 de abril. Nave 10 Matadero. Madrid
Divertida, trágica, emocionante, vibrante, lúcida. Todo eso se puede decir de esta obra que parte de esta premisa: El amor es un ovni”. Un espectáculo redondo de María Velasco tanto en la escritura como en el plano escénico, hibridando palabras, cuerpos, bailes, canciones, sonidos, vídeos, objetos, plantas, luces, en complicidad absoluta con los dos extraordinarios intérpretes: Maricel Álvarez y Carlos Beluga.
Crítica: Una obra redonda sobre el amor contemporáneo

La tercera fuga
Idea original y dirección: Victoria Szpunberg. Colaboración con el texto: Albert Pijuan. Reparto: Sasha Agranov, Emma Arquillué, Anna Castells, Marc Joy, Olga Onrubia, Carles Pedragosa, Carles Roig, Biel Rossell Pelfort, Fede Salgado, Magalí Sare, Clara Segura Crespo, Sergi Torrecilla y Ton Vieira. Estreno: 25 de abril. Teatre Nacional de Catalunya. Barcelona.
En el que indudablemente ha sido su año, Victoria Szpunberg superaba con nota el reto de dirigir un texto propio en la Sala Grande del TNC. La tercera fuga es una obra muy ambiciosa donde la autora repasa los tres exilios de una familia inspirada en la suya, con tres actos situados en Ucrania, Buenos Aires y Barcelona. Un gran montaje coral donde Clara Segura era una más, y en el que brillaban intérpretes secundarios como Olga Onrubia o Carles Pedragosa, y Ton Vieira deslumbraba en el papel de narrador.
Crítica: Lenguas, familias, exilios

Seppuku. El funeral de Mishima o el placer de morir
Dirección, texto, escenografía y vestuario: Angélica Liddell. Intérpretes: Alberto Alonso Martínez, Angélica Liddell, Ichiro Sugae, Gumersindo Puche y Kazan Tachimoto. Estreno: 22 de noviembre. Teatre de Salt (Girona)
En su primer espectáculo tras ganar el Premio Nacional de Teatro, Angélica Liddell volvió a sorprender convocando a sus fieles a las seis menos cuarto de la mañana, coincidiendo con el amanecer. A esa hora se estrenó esta pieza en la que la creadora ahonda en uno de los temas recurrentes de su trayectoria, el suicidio y la muerte, a través de la figura y obra del escritor japonés Mishima, que se quitó la vida con el rito del harakiri. Uno de los trabajos más íntimos de Liddell, con algunos momentos conmovedores.
Crítica: Angélica Liddell imagina su muerte a través de Mishima
Protagonistas de la danza

Los datos alrededor de la danza siguen siendo preocupantes. En el Anuario SGAE 2025 de las artes escénicas, musicales y audiovisuales, que hace referencia a 2024, la danza solo ocupa el 4.5 % de las funciones programadas en España. Un porcentaje sangrante que no ha mejorado este año que acaba y que contrasta con los buenos resultados artísticos.
Calentamiento. Rocío Molina y Pablo Messiez. Lo nuevo de la bailaora Rocío Molina sacudió el Centro de Danza Matadero, donde se estrenó en noviembre, y también la totalidad de la escena. Así de catártica fue la velada. Calentamiento son dos horas de entrega superlativa de una coreógrafa, aquí también actriz, que ejerce el oficio y la creación desde esa libertad que solo da el conocimiento y lo valiente. Pablo Messiez la acompaña en la dirección y el texto, y el resultado del tándem puso de rodillas al cineasta Pedro Almodóvar, que al terminar la función de estreno se postró ante ella y le lanzó un beso frente a los presentes. El próximo año visita varias ciudades españolas. Vayan a verlo y acuérdense de llevar una flor roja.
Natural Order Of Things. Guy Nader y María Campos. La última creación de este colectivo afincado en Barcelona es la muestra mejor conseguida de ese vocabulario y discurso que les define. Nominada a cinco Premios Max de las artes escénicas, se hizo con tres de los más importantes: el de mejor intérprete masculino de danza (Alfonso Aguilar), el de mejor intérprete femenina (María Campos) y el de mejor coreografía. En escena, nueve bailarines, pulcros, matemáticos, poderosos, en una casi constante verticalidad, dibujan composiciones inagotables en lo que podría ser un bucle aritmético infinito. Es el poder del cuerpo y su concentración, de la riqueza coreográfica sin aspavientos. Se estrenó fugazmente en el festival Grec de 2024, pero su trayectoria por los teatros ha empezado en 2025.
ZERO. Manuel Rodríguez. Manuel Rodríguez es uno de esos creadores ajenos a las tendencias que marca el mercado. Y en su obra general, eso se nota y se agradece. Aunque puede que esta independencia también sea la explicación de por qué sus trabajos no se prodigan más en las carteleras. ZERO, estrenado en el Centro Coreográfico La Normal el pasado septiembre, solo se ha visto un par de veces más este año. Una pena. Se trata de un solo que además de ejemplificar ese lenguaje tan singular de Rodríguez, que pasa por la danza contemporánea, pero también la danza urbana, el clásico y las artes visuales, ahonda en nuevas herramientas escénicas (como la voz) y en territorios más íntimos: ZERO es un homenaje del bailarín a su madre, fallecida hace un año.
Norma. Antonio Ruz. Dos ideas atraviesan el alegato del último trabajo del coreógrafo Antonio Ruz: ese parecer que impera por encima del ser, propiciado por las redes sociales y la sobreexposición que las articula, y esa normatividad en los cuerpos que todavía campa a sus anchas en general y en la danza en particular. Aborda ambos temas potenciando la personalidad de los cinco y muy diferentes bailarines que dan vida a la obra. Con cierta retranca y una simbología cuidada y reconocible. Las grandes cortinas que enmarcan Norma, desde lo escenográfico y lo dramatúrgico (con firma de Roberto Martínez, que también forma parte del equipo de Calentamiento, de Rocío Molina), y las luces de Olga García suman a esta propuesta aguda y desenvuelta.
Lâs alegrías. María del Mar Suárez, La Chachi. En el ideario y cuerpo de María del Mar Suárez, La Chachi, las alegrías, uno de los palos flamencos más festivos, se retuercen y se desgranan tanto, y desde un lugar tan propio, que acaba siendo vandalismo escénico. Del bueno. Del que se hace con toda la conciencia y la necesidad. Ese que La Chachi practica desde 2017 y que hace que, a pesar de ser flamenco, su trabajo se vea sobre todo en circuitos destinados a la danza contemporánea. En este montaje sencillo y muy divertido, donde se da esa pauta tan difícil de humor y reflexión, todo desde lo corporal, el peso recae en las dos intérpretes: La Chachi junto a la cantaora Lola Dolores. Y el atreverse a sacudirle lo sacro al flamenco.

