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CRÍTICA TEATRAL
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘La brama del Cérvol’: teatro político, comedia y berridos

La Calòrica celebra su 15º aniversario criticando lo que conocen mejor, el mundo de la escena, y poniéndose a sí mismos en cuestión

Escena de 'La brama del cérvol', obra de Joan Yago dirigida por Israel Solà.
Oriol Puig Taulé

Vivimos en la era de las experiencias. Ya no viajamos, sino que “experimentamos” cosas nuevas mientras descubrimos el mundo. Cualquier propuesta cultural con ínfulas se tiene que presentar como “una experiencia”. “Yo no regalo objetos, regalo experiencias”, afirman algunos. El nuevo espectáculo de La Calòrica, La brama del cérvol (La berrea del ciervo) lleva un subtítulo muy revelador: “Una experiencia única en un marco incomparable”. El turismo y el teatro son la misma cosa: experiencias efímeras cuyo valor reside en el momento y su posterior recuerdo. En un pequeño hotel de los Pirineos se reúnen una serie de personas que buscan, pero no encuentran, respuestas a su absurda realidad: una pareja estancada en dinámicas tóxicas, dos empresarios inmobiliarios con culos inquietos o un grupo de teatreros invitados por el ayuntamiento local. Resulta inevitable pensar en Castroponce. Teoría y praxis para una vanguardia del siglo XXI, el monólogo de Pablo Rosal que situaba un improbable simposio de teatro político en un pueblo vallisoletano. En este caso, la entusiasta regidora de cultura ha organizado unas jornadas basadas en una pregunta imposible: ¿Puede el teatro político transformar la sociedad y construir un mundo mejor?

Los invitados al evento son un catálogo hilarante de personajes, una muestra de nuestro panorama teatral: el director maduro que lleva cuarenta años contando la misma anécdota (inspirado en varios y célebres directores catalanes); el actor guapito que sustituye su falta de cultura con simpatía y entusiasmo; la dramaturga permanentemente cabreada que ya no escribe; la joven creadora que, por supuesto, no tardará en ser fagocitada por algún teatro público… La Calòrica conmemora su 15º aniversario celebrando y criticando lo que conocen mejor, el mundo del teatro, y poniéndose a sí mismos en cuestión. ¿Un espectáculo sobre el cambio climático o sobre la violencia machista puede cambiar alguna cosa de nuestra realidad? Vivimos en la época del “Teatre-Ateneu Banc de Sabadell” (sic), con actores que montan monólogos lacrimógenos sobre Palestina para aprovecharse de la situación geopolítica. ¿Es posible no ser cínico en nuestro mundo actual?

Como siempre sucede con los calóricos, el montaje tiene a Joan Yago como dramaturgo, Israel Solà a la dirección y Albert Pascual como figurinista: su catálogo humano es retratado con ternura, ya que ellos mismos son los primeros en ridiculizar la precariedad de la propia producción: tener a seis intérpretes para un montaje de sala grande obliga a múltiples desdoblamientos de personajes, que aquí son jugados con ironía y humor. Entre el reparto, destaca especialmente Aitor Galisteo-Rocher en el papel del director Alberto Masbernat (“¡Pero es que yo he robado mucho!”), Júlia Truyol como la dramaturga privilegiadamente apática y con afición al true crime y Esther López en el papel de madre que se adentra en el bosque buscando respuestas a su vida gris. Oriol Casals y Mel Salvatierra se suman a la compañía interpretando varios papeles, y combinan con gracia y oficio el retrato sutil con el grito tan característico de La Calòrica. El caso de Xavi Francés demuestra cómo un actor puede crecer y evolucionar junto a su compañía: su escena con el fruto seco es una de las perlas de este montaje.

De acuerdo: La brama del cérvol es un espectáculo un pelín largo y a ratos demasiado autocomplaciente, pero también es una comedia que hará las delicias de los más teatreros. Una auténtica experiencia teatral. Porque tal como nos recuerda la dramaturga: “Solo hay una cosa más insoportable que la gente de teatro, cariño: la gente que no es de teatro”.

La brama del cérvol (una experiència única en un marc incomparable)

Dramaturgia: Joan Yago. Dirección: Israel Solà.

Reparto: Oriol Casals, Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Mel Salvatierra y Júlia Truyol. 

Teatre Lliure. Barcelona. Hasta el 22 de junio.

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Sobre la firma

Oriol Puig Taulé
Oriol Puig Taulé (Sabadell, 1980) es crítico y cronista de artes escénicas. Es licenciado en Historia del Arte y tiene un Máster en Estudios Teatrales por la Universidad Autónoma de Barcelona. Coordina la sección de teatro y danza del digital cultural 'Núvol', y lo encontraréis en los escenarios más insospechados
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