
¿Por qué ahora?
Alejandro Palomas narró con templanza cómo el religioso lo masturbó, cómo intentó violarlo, cómo nadie hizo nada para detenerlo aunque él dio señales de lo que sucedía
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.
Alejandro Palomas narró con templanza cómo el religioso lo masturbó, cómo intentó violarlo, cómo nadie hizo nada para detenerlo aunque él dio señales de lo que sucedía
Él la ayudaba a entrenarse. Imitaba sus sonidos y ella acudía, como un perro. Con el tiempo, empezó a hacer vuelos cortos dentro de un espacio resguardado por una red
Tan violentas como la literalidad sin sarcasmo de esa ostentación son las cuotas de pretendida sencillez con las que el documental ‘mamarrachea’ rasgos de humildad
Un amigo tuvo covid y perdió el olfato por un tiempo. Me dijo que había sido también la pérdida del entusiasmo y de la memoria
Decía un monje japonés que en la mente del principiante hay muchas posibilidades, pero en la del experto hay muy pocas
¿Piensa Boris Johnson que esas fiestas fueron un error? No importa. Pedir disculpas —se piden pero en verdad se imponen— otorga impunidad y tiene una ventaja: invisibiliza a los afectados
Asumir que toda mujer que acude para el control de “un procedimiento” se ha sometido a un aborto voluntario es una agresión descomunal
Nadie como Preciado tuvo esa lucidez para ver en lo oscuro y, a la vez, parece alguien de una contención tan civilizada que imagino difícil de sobrellevar
Al salir del cine, tras ver ‘El poder del perro’, de Jane Campion, sentí que la grandeza del mundo no tenía por qué ser pasajera. Por muchas horas no lo fue
Me pregunto qué piensa Tedros Adhanom Ghebreyesus cuando no está repitiendo la necesidad de repartir equitativamente las vacunas, desaconsejando cierres de fronteras
La periodista y escritora fue autora de una cantidad excepcional de frases perfectas con una escritura que era economía, claridad y sencillez
No creo en milagros pero ahora, después de estos dos años lúgubres, me gustaría que ―me, nos― sucediera algo inesperado, estrafalario y bondadoso
Pienso en los que perdieron empleos, casas, familiares, pero más aún en los que no perdieron nada e igual deambulan en un mundo que ya no les pertenece
Estoy adormecida esperando que algo me despierte y todos los días pienso que ese será el día pero no lo es y nunca llega
Alejandro Urdapilleta me dijo en nuestra primera entrevista: “Ya me moriré de golpe, en todo caso. En el mejor momento”. Así lo hizo, un día como hoy de 2013
Mucho se habla de la detección del abuso sexual infantil, pero nada se dice de cómo abordar determinadas situaciones con adultos que fueron abusados
¿Cuántas toneladas de autoayuda y ‘mindfulness’ hemos tragado para engendrar esa necesidad maníaca de encontrarle a todo una enseñanza? El dolor, a veces, es simplemente dolor
Conozco gente que no tiene estos artefactos porque forman parte de un mundo al que ha decidido no pertenecer. Pronto esa decisión ya no será posible
Al sonar la canción ‘Viernes 3 AM’, todos los recuerdos olvidados volvieron a mí con una fertilidad lacerante
Me pregunto cómo se va a hacer, si seguimos tan preocupados por nosotros mismos, para que los que sobrevivan a la malaria no se mueran de hambre
DC Comics anunció el lanzamiento de una historieta en la que un superhéroe de 17 años lucha contra el cambio climático, participa en protestas contra la deportación de refugiados y es bisexual
Aquel verso de Enrique Lihn —“porque escribí porque escribí estoy vivo”— lo explica todo. No hay nada fuera de eso. Es una pena: no hay nada
Muchos aseguraban que la peste nos haría mejores, pero las vidas en las que personas como yo no deberían estar interesadas siguen siendo, para muchos, nada
El domingo fui a la plaza con un cachorro humano. Hacía más de veinte años que no pasaba horas con alguien de esa edad: desde que mi hermano menor era pequeño
La escritora colombiana reúne en ‘El sonido de las olas’ dos de sus novelas y un texto de no ficción, historias de prosa precisa y maquiavélica unidas por la presencia del mar y la voz de una narradora joven
Se trata, básicamente, de correr el riesgo de descubrir que la voz está quebrada, o que está pero es otra (y que no nos gusta)
Colocar el rótulo de víctima de abuso sexual infantil a personas que no se sienten tales es reproducir el mecanismo de violencia que se quiere denunciar
Regreso aquí, de donde no me he ido, quizás para acercarme a un sitio donde estemos solos pero menos rotos
Sólo a veces, cuando un verso se incrusta y se expande en el cuerpo, me produce esta sensación colosal: la de no estar ahí
Aquí el cáncer es un asunto de los que están enfermos y los que no, de los que pasarán por quimioterapia y los que no
La narradora argentina, elegida en la lista Granta de los 25 mejores autores de habla hispana menores de 35 años, es dueña de una prosa de oralidad desatada que prefiere la expresividad a la corrección
Quise matarla. Todo pudo haberse consumado: mi odio era tan sólido como el cemento que nos rodeaba
Quizás un periodista tenga algo de zahorí, esa gente que se dedica a buscar cursos de agua subterránea
Entendí que quería escribir sobre cuál es, en nuestro tiempo, la relación que establecemos con el riesgo y la muerte
Iluminada por la desgracia de la lucidez, comprende lo que está pasando. Hunde el rostro en las manos y empieza a llorar
¿Qué es un maestro, qué es un discípulo? ¿Qué cosas me había enseñado, más allá de las que creí aprender?
“¿Qué pensás del hecho de que ella no haya hecho nada?”. Y me respondió, tajante: “Pero es que sí hizo algo”
Encendí el televisor y busqué una película que me recomendaron. La encontré. La vi. Después, no existió nada más