
Metamorfosis
Desde el regreso de las vacaciones, mi amigo tenía la impresión de que su cabeza era la de una mosca. Notaba, al tragar, un sabor muy diferente al de su saliva
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.
Desde el regreso de las vacaciones, mi amigo tenía la impresión de que su cabeza era la de una mosca. Notaba, al tragar, un sabor muy diferente al de su saliva
Escuchaba las noticias de los incendios en Grecia y parecía que estaba ardiendo el mundo clásico
Jamás había pagado por dormir, pero al pensar en la cantidad de trabajo que me esperaba al día siguiente, decidí rendirme y pagué por entrar en la región del sueño
De esto va el discurso del PP: de que nos creamos que las sociedades pueden progresar retrocediendo o de que el narcotráfico se puede combatir alternando con narcotraficantes
En alguna parte del mundo, un hombre ha fallecido mientras se aseaba y aún no han descubierto su cadáver
Todo es muy complicado, cada día más, de ahí que los que somos un poco tontos no abracemos ni el optimismo exagerado ni el pesimismo desmedido
Hay gente egoísta que se guarda para sí lo que le parece bueno. Y es lo que ocurría, deduzco, con ‘Sálvame’, cuya pérdida lamentan individuos que solo tenían tiempo para leer a Kant
Pasó por delante de mi gato una mosca que atrapó al vuelo con una pata llevándosela a la boca. Increíblemente, mientras se la tragaba, sentí pasar por mi garganta algo que no podía ser otra cosa que la mosca, como si nuestros aparatos digestivos estuvieran conectados
No sé si tiene mucho sentido salir de Buenos Aires con dos ensaimadas mallorquinas, pero si de ese modo se atenúan las asperezas provocadas por la globalización, gánese esa batalla
Las tarjetas de crédito son por naturaleza dogmáticas, poco flexibles, creen que el mundo solo puede ser como es y de momento nadie les quita la razón
Encontré en mi jardín el cadáver de un mirlo con una pata anillada. En el anillo, muy ligero, de plástico, venía impreso un número y un ruego: “Llame a este teléfono”
Tiene uno la impresión de que algo invisible y perverso, algo alienígena, se ha colado en nuestras existencias
Imagino a un personaje de una novela de Patricia Highsmith asomado a una grieta de su libro tomando nota de mis posturas, de mis gestos
Cuando me meto en la cama, siento que, a miles de kilómetros, en una cama semejante a la mía, se acaba de acostar un tipo como yo con el que intento, sin lograrlo, mantener una charla telepática
En las pelis de Hollywood hay pobres y ricos y trabajos precarios y gente sin hogar y tráfico de personas y corrupción política y brutalidad policial… Todos esos asuntos forman parte de un paisaje que por lo general no se pone en cuestión
He aquí la foto de una mano derecha que le fue amputada a su dueño hace unos 2.600 años, en Egipto.
Aún ahora no puedo comer carne sin pensar en el pollo. Llevo comiéndomelo toda la vida en un acto de crueldad moderado que me produce algo de culpa
No perdemos de vista el horizonte, por si de verdad esta vez vinieran a salvarnos con las numerosas promesas electorales (y electoralistas) que empiezan a arrojarnos
El capitalismo ha ganado la lucha de clases porque a esa izquierda siempre se le olvida algo y tiene que dar la vuelta cuando llega a la calle
El problema de las discusiones con uno mismo es que las gana el que las pierde, y viceversa, porque quien lleva y quien no lleva la razón son la misma persona