
Madrid, Leo, Pep
En lo que llevamos de siglo XXI tenemos dos genios indiscutibles: Guardiola y Messi. Pido un esfuerzo por reconocerles la grandeza, porque ellos nos hacen mejores a todos
Jorge Valdano es columnista de EL PAÍS y comentarista de Mediapro para Movistar. Exjugador de fútbol, campeón del mundo con Argentina en 1986, también fue entrenador. Ocupó la dirección deportiva y la dirección general del Real Madrid en dos etapas en el club blanco, donde fue además futbolista y técnico. Ha escrito varios libros.
En lo que llevamos de siglo XXI tenemos dos genios indiscutibles: Guardiola y Messi. Pido un esfuerzo por reconocerles la grandeza, porque ellos nos hacen mejores a todos
En Miami disfrutará de un fútbol exigente, pero compatible con la vida
Mendilibar logró que un equipo que miraba al precipicio se viera conquistando la cima de un título europeo
El estadio es un vomitorio de nuestros instintos, pero cuidado, porque ese vómito revela lo que suele estar escondido detrás de la maraña social
El Manchester City que enfrentó al Madrid el pasado miércoles se apoderó de todo en el primer tiempo: balón, campo y partido
El Manchester City movió ante el Real Madrid la pelota con poco ritmo y poco riesgo, temerosos de las fuerzas esotéricas de las que fueron víctimas la temporada pasada
Osasuna, como la Copa misma, es la Supercopa al revés. ¿David contra Goliat? Más bien diría que Goliat contra Goliat
Si el técnico del Arsenal es el eslabón siguiente de Guardiola, el fútbol puede estar tranquilo. Lo nuevo ya ha nacido y se llama Arteta. Su único problema es que lo viejo se sigue renovando y se llama Pep
Si jugamos a la personalización de la última revolución futbolística, debería ser un orgullo reconocer que las figuras providenciales las parió España
El City, que ya experimentó esa fuerza entre mitológica y esotérica, no podrá dormir tranquilo sabiendo que en el Bernabéu ocurren cosas inimaginables
Admitir una debilidad de nuestro equipo es como traicionar a la patria. Pero no es la patria, es solo fútbol, un juego, y conviene que nos relajemos
El ‘caso Negreira’ provoca algo terrible: los aficionados perdieron la inocencia que les hacía pagar una entrada para ver un partido limpio
Un jugador descomunal en un día inspirado puede destruir un plan con tres jugadas. Pero también sabemos que un equipo organizado no necesita de la inspiración
El fútbol está lleno de jugadores que saben jugar de memoria y corren como poseídos, pero les falta astucia
Amancio en el Bernabéu y el equipo de Ancelotti en Anfield nos contaron lo mismo: la leyenda blanca no tiene fin
En lo deportivo, el proyecto del PSG siempre está por debajo de sus sueños de grandeza; en lo económico no alcanza a compensar el dispendio y, en sus aspiraciones propagandísticas, ya habrán comprobado que el que no gana partidos tampoco gana prestigio
El brasileño es muy expresivo, las redes peleonas y los hinchas siempre tratan mal al que más temen: el combo completo está produciendo un clima irrespirable
Este deporte sigue funcionando como aglutinador comunitario, como escudo contra el vacío, como emoción televisada
El regateador tiene que convocar a la imaginación, para hacerle creer al marcador algo distinto de lo que va a hacer
Aunque ardan las redes sociales, la derrota del Real Madrid ante el Barcelona en Arabia no es una tendencia, ni siquiera un síntoma
Los datos tienen la pretensión de no dejar nada suelto y por supuesto que no lo consiguen. En números, correr mucho tiene más prestigio que correr bien
Hay un solo enemigo que no admite rival y es el tiempo. Nos derrumba a todos por lo menos una vez. A los futbolistas dos
¿Destacaría tanto jugando en Europa como lo hacía en Sudamérica? La duda me ofendía, los genios trascienden geografías y épocas
La hinchada argentina en Qatar, emocionante, incansable e hipnótica, demostró que el juego tiene que ver con el amor y le pertenece a la gente
Argentina está pasando un momento muy difícil en lo político, en lo social y en lo económico, una catástrofe atenuada durante un mes por la fuerza descomunal del Mundial
En la final del domingo, el capitán de Argentina y sus compañeros sentirán el fútbol como hinchas y estos sudarán como jugadores
Hablar bien de Qatar es tan arriesgado como criticar a los equipos que tienen mucha posesión de balón: Marruecos le regaló el balón a España para terminar ganándole lícita y épicamente
Se siente superior y pretende demostrarlo. ¿Qué la autoriza a tanta ambición? La valentía de un entrenador que considera el fútbol como un modo de alcanzar la grandeza
Si el fútbol no tenía corazón cuando era pobre, no vamos a pretender que lo tenga ahora que se ha hecho rico
Un Mundial es una invasión pacífica que permite, entre otras cosas, denunciar y abrir el apetito de las libertades en países donde están restringidas
La Liga quedará aparcada durante más de un mes para no molestar al Mundial, el campeonato que cada cuatro años sacude los cimientos sociológicos de este fenómeno inagotable llamado fútbol
Una imagen con el Gringo Giusti inmortaliza la decepción de dos campeones del Mundo que se quedaban sin ir a Italia 90. Los dos salimos serios, pero con los años, cada vez que la miro sonrío
Entre gol y gol cabe un mundo, siempre y cuando seamos capaces de disparar la imaginación y perderle la desconfianza al fútbol
El Madrid tiene veteranía para manejar los partidos y juventud para desequilibrarlos. El Barça se ha hecho de nuevo en un año
El ex entrenador del Sevilla abandonó el club poniendo en valor su ciclo, sin una gota de resentimiento y expresando su agradecimiento por estos exitosos años
Si Brasil, Uruguay o Argentina no ganan el próximo Mundial, se cumplirán veinte años sin que América del Sur haya levantado una Copa del Mundo
El equipo aún juega bajo el influjo mágico de la temporada pasada, al que nadie puede encontrar la fórmula, tan remota y misteriosa como la de la Coca-Cola
El brasileño corre algún riesgo innecesario bailando los goles en lugar de gritarlos y, sobre todo, exhibiendo su calidad técnica cuando no es necesario
Hay futbolistas a los que les gustaría ser goleadores, pero solo unos pocos han hecho del gol una ciencia y una profesión
Hasta bien entrada la Liga, los aficionados no se animan a enamorarse de un jugador, no sea cosa de que se lo lleve el enemigo y tengamos que odiarlo