El doble triunfo de Kicillof: el gobernador de Buenos Aires derrota a Milei y se impone ante Kirchner
El resultado de las elecciones legislativas en Buenos Aires fortalece al mandatario provincial en el pulso dentro del peronismo y lo posiciona como líder de la oposición a la ultraderecha


“Se siente, se siente, Axel presidente”, cantaban los militantes peronistas. “Es para Axel, la conducción”, coreaban también, durante los festejos por el resultado de las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, los comicios del domingo que retrataron al presidente Javier Milei con el rostro de la derrota y al gobernador Axel Kicillof como el gran ganador. Los cantitos militantes resumieron las dos caras del triunfo de Kicillof. El mandatario bonaerense se impuso en el pulso interno por la conducción del peronismo: torció la voluntad de la expresidenta Cristina Kirchner, hoy condenada por corrupción y con detención domiciliaria, al separar la elección provincial de la nacional, que se hará en octubre. Pero, además y sobre todo, su victoria en la provincia más grande y más poblada del país lo encumbró como el principal líder nacional de la oposición al Gobierno ultraderechista, con derecho a ilusionarse con competir, dentro de dos años, por ocupar el sillón de la Casa Rosada.
“El resultado de las urnas es un rechazo contundente al modelo de ajuste, maltrato y agresión del Gobierno de Milei”, dijo este lunes Kicillof, de 53 años. La lista de Fuerza Patria —el frente donde el gobernador logró reunir a los distintos sectores del peronismo— obtuvo el 47,3% de los más de ocho millones de votos emitidos el domingo, mientras que la Alianza La Libertad Avanza, el sello de Milei, consiguió el 33,7%.
Desde la noche del domingo, Kicillof demanda un cambio de rumbo en el Gobierno y reclama una reunión con el presidente para “resolver los problemas” de los bonaerenses. Según reveló, hasta ahora su pedido no obtuvo respuesta del Ejecutivo, solo un saludo protocolar del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. En cambio, contó, sí recibió llamados y mensajes de diversos líderes regionales, como los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Uruguay, Yamandú Orsi; y Chile, Gabriel Boric, entre otros.
Surgido bajo el madrinazgo de Cristina Kirchner, de cuya última presidencia fue ministro de Economía entre 2013 y 2015, Kicillof comenzó a tomar distancia de su mentora y a construir un proyecto con su propia impronta en los últimos dos años, tras ser reelecto como gobernador y después del fracaso del Gobierno de Alberto Fernández, del que Kirchner fue vicepresidenta. Entonces, Kicillof le reclamó al peronismo una revisión autocrítica y componer “nuevas canciones” para volver a hacerse escuchar. Para el kirchnerismo, fue un desafío al liderazgo de la exmandataria, titular del PJ, el partido peronista.
La tensión se exacerbó este año, cuando el gobernador lanzó un espacio propio dentro del PJ, Movimiento Derecho al Futuro, y anunció su decisión de desdoblar los comicios bonaerenses de los nacionales, una medida inédita desde la restauración de la democracia en 1983. El propósito de Kicillof, coronado por el éxito este domingo, fue priorizar la continuidad del dominio peronista en su bastión territorial y asegurar su lugar al frente de la campaña electoral. Kirchner se opuso y lo definió como “un error político”, pero terminó cediendo. La expresidenta había definido postularse en las elecciones provinciales, pero la condena en su contra, ratificada por la Corte Suprema en junio, la inhabilitó de forma perpetua para ejercer la función pública.
Aunque las distintas líneas internas del PJ pudieron acordar listas de candidatos en unidad, las diferencias continuaron y continúan latentes. En el escenario de los festejos del domingo, se pudo ver a pocos representantes del kirchnerismo. Y no estuvo el diputado Máximo Kirchner: el titular del PJ bonaerense esperó los resultados junto a su madre. De todos modos, diplomáticos, tanto la expresidenta como el gobernador cuidaron las formas. Ella envió un mensaje de audio para festejar el triunfo y él la mencionó en su discurso: “Gracias Cristina, injustamente condenada, hoy tendría que estar acá en el escenario”, dijo, a la hora de los agradecimientos.
En el desenlace de la elección bonaerense parecen haber sido tan determinantes las consecuencias sociales del plan económico de la ultraderecha como la unidad conseguida por el peronismo. “El resultado de la elección fue producto del ajuste económico de Milei y de la estrategia electoral de Kicillof, que desdobló las elecciones para diferenciarse de Cristina Kirchner. Pero el impacto fue magnificado por la decisión de Milei de nacionalizar una elección provincial”, evalúa el politólogo Andrés Malamud, investigador principal de la Universidad de Lisboa. “El triunfo de Kicillof implica dos cosas”, agrega, “la superación de la etapa kirchnerista dentro del peronismo y la provincialización definitiva de la política argentina, donde cada gobernador lidera su partido”.
Desde la perspectiva de Malamud, el mandatario bonaerense “presenta dos contrastes con el kirchnerismo genérico. Es más honesto y más anacrónico intelectualmente”, porque, sostiene, “su pensamiento económico está anclado en la primera mitad del siglo XX”.
El politólogo Sergio De Piero señala como factores claves en el triunfo de Fuerza Patria tanto la unidad consensuada por el peronismo, como el lugar que les dio a los reclamos de distintos sectores sociales perjudicados por las políticas de Milei: desde los jubilados hasta los universitarios y las personas con discapacidades, entre otros. De la unidad peronista destaca, en especial, “el modo en que se resolvió o se va procesando la disputa interna. Claramente, Kicillof aparece como una figura política ganadora”, pero, a diferencia de otras controversias similares, “hay todavía una situación de tensión y de diálogo”. “Los signos que comunica Kicillof indican que no pretende desplazar al otro espacio, principalmente porque Kirchner sigue siendo una figura gravitante, con un electorado leal y que reconoce en ella a una líder importante”, explica De Piero, profesor de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.
Por ahora, ni Kicillof ni sus colaboradores hablan públicamente de una eventual candidatura a presidente en 2027. Queda mucho camino por recorrer. No solo dos años en la gobernación, sino también las elecciones legislativas nacionales dentro de apenas siete semanas, cuando volverán a enfrentarse la ultraderecha de Milei y el peronismo.
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