El Gobierno de Milei avala la ofensiva sobre Irán y desencadena críticas internas
El presidente ultra definió al régimen iraní como “un enemigo de Argentina” y sus altos funcionarios celebraron el ataque de Estados Unidos


El Gobierno de Javier Milei se diferenció de la mayoría de Sudamérica y expresó su apoyo al ataque de Estados Unidos a Irán, además de reiterar su alineamiento incondicional con Israel. Si bien no hubo una comunicación oficial, el presidente de Argentina republicó en sus redes sociales múltiples mensajes de respaldo al bombardeo ordenado el sábado por Donald Trump, mientras otros funcionarios explicitaron el aval del Gobierno a la avanzada de EE UU. La oposición a la Administración ultraderechista rechazó el posicionamiento internacional de Milei y reclamó que el país recupere su histórica apuesta en democracia por la paz.
“Irán es un enemigo de Argentina”, declaró Milei el viernes pasado, en una entrevista con el canal LN+, horas antes del involucramiento estadounidense en la ofensiva iniciada por Israel en territorio iraní. El mandatario argentino reafirmó, como lo hace cada vez que tiene oportunidad, su adhesión geopolítica tanto a EE UU como a Israel, donde estuvo de visita hace pocos días. Para Milei, ambas naciones son la punta de lanza de Occidente y del capitalismo, conceptos clave de la “batalla cultural” que el presidente ultra se considera llamado a librar.
Después de la bautizada operación Martillo de Medianoche, Milei difundió en sus redes mensajes de Trump y del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. También republicó, en las horas siguientes, numerosas expresiones de decidido respaldo al bombardeo.
“Garantizar la paz en el mundo es luchar, siempre y en todo lugar, contra el terrorismo y sus armas nucleares. ¡Mañana el mundo despertará más libre y en paz! Fuimos víctimas del terror de Irán y lo pagamos con sangre de inocentes”, señaló en la red X el ministro de Defensa argentino, Luis Petri. “¡Estamos en el lado correcto de la historia, del lado de la justicia!”, añadió el ministro, que aludió a los atentados terroristas que sufrieron la embajada de Israel y la asociación mutual judía DAIA en Argentina, en la década de los noventa. Otros funcionarios y legisladores oficialistas se manifestaron en el mismo sentido.
La sintonía entre las autoridades argentinas e israelíes es recíproca. El canciller de Israel, Gideon Saar, publicó este lunes un mensaje en inglés defendiendo el ataque de su país a la cárcel de Evin, en Teherán, y cerró con una frase de Milei, citada en castellano. “Hemos advertido a Irán una y otra vez: ¡dejen de atacar a los civiles! Continuaron, incluso esta mañana. Nuestra respuesta: ¡Viva la libertad, carajo!”, escribió en X, con una mención al presidente argentino incluida.
We warned Iran time and again: stop targeting civilians!
— Gideon Sa'ar | גדעון סער (@gidonsaar) June 23, 2025
They continued, including this morning.
Our response:
Viva la libertad, carajo!@JMilei pic.twitter.com/pVdlWvCDqQ
La postura de Milei contrastó con la mayoritaria en la región. Con matices de tono o énfasis, los gobiernos de Brasil, Chile, Uruguay, Colombia y Perú cuestionaron las hostilidades en Oriente Medio, expresaron preocupación por la situación e hicieron un llamado a la paz. Las autoridades de Venezuela y Bolivia manifestaron su solidaridad con Irán, al igual que las de Cuba. Los gobiernos de Ecuador y El Salvador, alineados con Trump como Milei, no se pronunciaron hasta el momento. Solo la Administración de Paraguay asumió una posición similar a la de Argentina: “Paraguay ratifica su apoyo al pueblo de Israel y al derecho de proteger su existencia. Acompañamos las acciones llevadas adelante por los países aliados”, indicó un comunicado de su cancillería.
La oposición al Gobierno de Milei advirtió que el Ejecutivo no puede declarar “enemigo” a Irán sin el pronunciamiento del Congreso nacional, tal como estipula la Constitución. El partido peronista, el PJ, expresó “su categórico rechazo a las temerarias declaraciones” de Milei, porque exponen al país “a situaciones de violencia y retaliación toda vez que manifiestan las opiniones personales del mandatario antes que el interés nacional y el bienestar y la tranquilidad de los argentinos”. La principal fuerza opositora reclamó “sostener el histórico apoyo argentino a la no violencia” e hizo un “enérgico llamado al diálogo constructivo, la negociación diplomática y la resolución pacífica de los conflictos”.
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