La detención del líder social Juan Grabois tensa la política argentina
El dirigente opositor es liberado este domingo tras pasar 12 horas detenido por ocupar un edificio dedicado al estudio de la memoria del expresidente Juan Domingo Perón


La tensión social va en aumento en Argentina. La última chispa la encendió la detención de uno de los dirigentes sociales más conocidos del país sudamericano, Juan Grabois, a media tarde del sábado. La Policía lo detuvo por ocupar el Instituto Juan Domingo Perón, un centro de estudios dedicado a la memoria del expresidente argentino, que fue disuelto esta semana por el Gobierno de Javier Milei. Grabois, líder de una agrupación afín al kirchnerismo, había decidido participar en la ocupación del edificio estatal junto a un centenar de personas a modo de protesta por su cierre y el despido de sus empleados. Los militantes preveían permanecer en el lugar “por tiempo indeterminado”, pero fueron desalojados a las pocas horas a golpes y gases lacrimógenos.
La detención de Grabois desencadenó una protesta con cánticos e insultos contra el Gobierno a las puertas de la comisaría durante la noche y el repudio generalizado de todo el peronismo. Tanto la agrupación histórica de este movimiento, el Partido Justicialista, como sus principales líderes exigieron la liberación de Grabois, que quedó en libertad este domingo al amanecer.
A su salida, el dirigente de Argentina Humana dio una breve conferencia de prensa envuelto en la bandera albiceleste. “Lo que hicieron en el Instituto Juan Domingo Perón fue intentar borrar la historia de una parte de nuestro pueblo. Se llevaron el archivo, destruyeron absolutamente todo y pusieron una bolsa mortuoria sobre los bustos de Eva y Perón”, dijo Grabois. Anticipó que mantendrá una oposición activa al Gobierno sin importar cuántas veces sea detenido.
La ocupación del Instituto comenzó alrededor de las dos de la tarde del sábado. Decenas de personas entraron al edificio cerrado por el Gobierno a través de la puerta lateral que lo comunica con el restaurante Un café con Perón.
Una vez dentro, Grabois subió un vídeo a sus redes sociales para justificar la toma de un edificio que tiene un gran valor simbólico para el peronismo y está declarado patrimonio histórico nacional. La sede en la que funcionaba el Instituto Juan Domingo Perón es la única parte que quedó en pie de la primera residencia del expresidente argentino y su mujer Eva Duarte de Perón. Evita pasó allí sus últimos días antes de morir de cáncer en 1952 y Perón continuó en la residencia presidencial hasta ser derrocado por un golpe de Estado en 1955.
El Gobierno anunció esta semana la clausura del centro de estudios por considerar que representaba educativo “una carga presupuestaria evitable e innecesaria”
Meteme preso Milei, pero la bandera argentina no me la sacás. pic.twitter.com/O02sNBd8Vv
— Juan Grabois (@JuanGrabois) June 7, 2025
El jefe de la Policía argentina, Luis Alejandro Rolle, aseguró que la orden de detención partió de lo más alto del Gobierno. “Son directivas del señor presidente de la Nación, Javier Milei, y de la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich”, dijo Rolle al canal Todo Noticias.
Bullrich calificó como “un éxito” el desalojo. “Recuperamos un edificio tomado por militantes que se creían dueños del Estado. Se terminó el vale todo. Estamos haciendo lo que ningún Gobierno hizo: detener al piquetero que promueve y ejecuta las usurpaciones”, tuiteó. La ministra de Seguridad advirtió que “ni Grabois ni ningún kirchnerista tiene los privilegios que tuvo”.
Repudio a la detención
Miles de simpatizantes del referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) se concentraron por la noche frente a la comisaría donde se encuentra detenido Grabois. Exigieron su inmediata liberación y también la de Valentín Peralta, estudiante de 20 años.
El Partido Justicialista y sus principales referentes advirtieron que se trata de una detención ilegal por haberse realizado sin orden judicial y se sumaron a los pedidos de liberación a través de las redes sociales.
Grabois, de 42 años, se dio a conocer por su militancia social al frente de trabajadores de la economía informal y su cercanía con el fallecido papa Francisco. En 2023, desafió al entonces ministro de Economía, Sergio Massa, por la candidatura del peronismo a las elecciones presidenciales. Fue derrotado, pero tras la asunción de Milei se convirtió en una de las caras más visibles de quienes exigen una renovación dentro del movimiento.
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