Ir al contenido
_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

No, no, no y no en Ecuador

En política, jamás hay que tirar la toalla después de una derrota electoral

No hay hacerlo por convicciones; porque no se puede hacer política sin estar convencido de que la vida no termina en una cita electoral; y porque hay que estar convencido de que “estar en política” exige constancia, perseverancia, aprender de los errores y saber levantarse luego de un tropiezo. O de dos.

Pero, además, no se puede tirar la toalla porque una victoria electoral no siempre debe ser confundida como una victoria política.

Esto es justamente lo que ha sucedido en Ecuador. Muchos creyeron que la victoria electoral presidencial de Noboa hace unos meses suponía una victoria política. Y no. La ciudadanía ecuatoriana le dijo No, no, no y no. Cuatro veces no.

Le dijo no a la consulta. Un rotundo no al cambio de la Constitución para retornar a un viejo régimen sin derechos, ni justicia, sin soberanía. El 61,6% rechazó la iniciativa de Noboa de convocar a una Asamblea Constituyente.

Le dijo no a la instalación de bases militares extranjeras (60,6%).

Le dijo no a la desfinanciación pública de los partidos políticos (58%).

Le dijo no a la reducción de asambleístas en el Legislativo (53,4%).

En promedio, Noboa sólo tuvo el apoyo del 41,5%. Un valor algo menor a lo que obtuvo en primera vuelta (44,1%) y muy lejos de lo obtenido en segunda vuelta (55,6%).

El gran fallo de Noboa fue haber hecho un mal diagnóstico. Se creyó tener mucho más de lo que verdaderamente tiene. Confundió el voto puntual con el voto para siempre. Se embriagó con el resultado electoral de la segunda vuelta, se envalentonó y pensó que tenía un cheque en blanco para hacer cualquier cosa. Y No. La ciudadanía le dijo no.

Noboa es fruto del caos. Podría haber sido elegido él o cualquier otro en un país que dejó de funcionar hace años desde la llegada de Lenín Moreno.

Noboa es una carambola electoral que se dio en el año 2023 cuando se interrumpió el mandato de Guillermo Lasso por algo que se conoce en Ecuador como “muerte cruzada” (figura constitucional que permite disolver Ejecutivo y Legislativo obligando a convocar elecciones de inmediato).

Casi dos años después, con una pésima gestión, sin resolver la inseguridad galopante y dejando al país sin luz durante muchos meses, volvió a ganar en el año 2025 con un resultado tan sorpresivo como sospechoso en segunda vuelta. Y entonces, luego, se hizo trampas al solitario como así les ocurre a tantos otros presidentes que no asimilan su verdadero apoyo en lo político. Confunden el voto de segunda vuelta ante una coyuntura determinada con el respaldo inquebrantable y sine die.

Y entonces decidió ir a por más y cometió un importante error no forzado que le puede condicionar su mandato.

Este categórico no a Noboa abre un sí se puede construir una alternativa a este modelo fallido en lo institucional, económico y social que ha llevado a la gran mayoría del pueblo ecuatoriano a vivir peor. Justo lo contrario del vivir bien planteado en la actual Constitución de Montecristi.

Noboa perdió por goleada el plebiscito que convocó. Eso demuestra que hay una mayoría que rechaza su forma de hacer política y que le pone freno.

Esta irresponsabilidad política de Noboa debe tener sus consecuencias y ser asumidas.

¿No sería el momento para que el propio Noboa convoque otra consulta preguntándole a la ciudadanía si él debe seguir o no? Sugiero redacción para la pregunta: ¿Está usted de acuerdo con que el Señor Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín siga siendo el presidente del país luego de haber sido derrotado en las urnas en una consulta que suponía un plebiscito sobre su mandato?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_