
El veterano Lasker tumba a Capablanca
El maestro alemán, que veía amenazado su reinado, derrotó al cubano con una deliciosa danza de caballos en vísperas de la Primera Guerra Mundial
El maestro alemán, que veía amenazado su reinado, derrotó al cubano con una deliciosa danza de caballos en vísperas de la Primera Guerra Mundial
José Raúl Capablanca arrancó de manera fulgurante en el torneo de San Petesburgo de 1914, donde firmò esta obra de arte
Esta partida del jugador, que pasó a la historia por las polémicas con Aaron Nimzóvich, está preñada de dogmatismo, como su juego
El jugador fue uno de los padres de la escuela hipermoderna, un revolucionario enfoque de la estrategia que promueve la presión sobre el centro desde los flancos
Ni la partida ni el autor de esta obra de arte han logrado una fama proporcional a tanta belleza, entre otras razones porque vivió poco
Eclipsado por sus grandes coetáneos, el alemán Richard Teichmann también firmó buenas joyas, como la que protagonizó en el Torneo de Carlsbad de 1911
Edward Lasker firmó partidas de gran calidad. La de este vídeo destaca por la táctica, donde la extracción espectacular del rey producirá una honda impresión
Si el ajedrez fuera sólo táctica, Frank Marshall habría sido probablemente campeón del mundo. Nos dejó varias joyas inmortales, y esta es la más inolvidable de todas.
Aunque murió pobre tras huir por el horror nazi, este romántico del deporte mental jugó partidas como la que ganó ante el gran Rubisntein, en 1911
El cubano, uno de los mayores genios de la historia del ajedrez, saltó a la fama en el torneo de San Sebastián en 1911
El jugador francopolaco firmó joyas como la de San Petesburgo, que incluyó cuatro sacrificios de pieza
Akiba Rubinstein recibió el Premio de la Brillantez por un mate que nunca ocurrió
La partida que ganó al polaco Bartóshkevich fue una de las gemas del jugador cuando tan solo tenía 22 años
El 'primer campeón del mundo sin corona' tumbó a Georg Rotlewi en una de las partidas más bellas de la historia, en 1907
El ataque de David Janovsky a Siegbert Tarrasch, en 1905, se hizo popular por barrer del tablero con gran contundencia a uno de los grandes ajedrecistas de la historia
Una de las mejores partidas de ajedrez es la que jugaron el maestro Emmanuel Lasker y el casi desconocido pero brillante William Napier en 1904
Si hubiese un campeonato del mundo de trampas, el conocido estadounidense Frank Marshall sería uno de los candidatos a ser el campeón del mundo de esa modalidad.
Si se hace una lista de las jugadas más brillantes de todos los tiempos, hay que tomar en cuenta ésta del alemán Jacques Mieses que recrea Leontxo
En el París de 1900 el alemán Jacques Mieses, uno de los jugadores de ajedrez más longevos de la historia, venció al francés David Janowsky en la que consideró su partida más brillante
En esta ocasión, Leontxo reproduce un final de caballos y pocos peones, el del húngaro Geza Maroczy. La partida fue en Viena, en 1899.
No fue una partida apoteósica, pero el juego con el que el polaco David Janowski abatió al genial estadounidense Harry Pillsbury se caracterizó por su clase
Leontxo recrea la jugada que hizo pasar a la historia al estadounidense Frank Marshall, en 1899.
Quien fue 27 años consecutivos campeón del mundo, Emanuel Lasker, fue abatido por el británico Joseph Blackburne en el torneo de Londres de 1899
Emanuel Lasker "rozó la perfección" en una partida que disputó contra el patriarca del ajedrez ruso Mijaíl Chigorin en Londres en 1899. Así ganó la partida el campeón alemán
Harry Pillsbury se enfrentó dos años antes de su muerte al campeón del mundo Emanuel Lasker por última vez. Y le ganó
Harry Pillsbury pasó a la historia no solo por sus sensacionales partidas, consideradas obras de arte, también porque un ataque fue bautizado con su nombre