Los jóvenes uzbekos toman el mando tras descabalgar a Armenia

Esta será la Olimpiada de los jóvenes talentos, incluso en el muy improbable caso de que tanto Uzbekistán como India B no suban al podio. Los uzbekos son el único equipo invicto tras derrocar hoy al líder, Armenia, por 3-1 y se sitúan solos en cabeza a falta de dos rondas con un punto más que India B (que empató con Azerbaiyán) y Armenia. EEUU no está aún descartado aritméticamente del oro, pero casi, tras imponerse a Grecia (2,5-1,5). La mayor sensación de la Olimpiada, el indio Dommaraju Gukesh, de 16 años, no ganó, tras siete victorias seguidas.

El primer tablero uzbeko, Abdusattórov, de 18 años, actual campeón del mundo de rápidas, hizo tablas en el primer tablero con Sargissián, al igual que Yakúbboev (nacido en 2002) en el 2º con Melkumyán. Fueron Sindárov (2005) en el 3º y Vajídov (1995) en el 4º quienes, con sendas victorias sobre Ter-Sahakián y Hovhannisyán (invicto hasta hoy), respectivamente, pusieron a su equipo en una situación privilegiada para ganar el oro.

Los asombrosos juveniles indios estuvieron a punto de caer ante Azerbaiyán, como ya les ocurrió con Armenia. Pero Praggnannandhaa salvó una posición con su dama totalmente encerrada en un rincón frente a Durarbaily, y así pudo compensar la derrota de Sadhwani ante Abásov en el cuarto tablero. En el primero, Mamediárov fue el primer rival no derrotado por Gukesh. También hubo tablas en el segundo entre Nihal Sarin y Mamédov.

España ganó (3-1) a Dinamarca (tablas de Shírov y Vallejo; victorias de Jaime Santos e Iturrizaga). Aún puede terminar en una posición muy digna, teniendo en cuenta que partía como cuarto cabeza de serie. Las mujeres fallaron en un día muy importante (1,5-2,5) ante Indonesia, inferior en teoría; perdieron Matnadze y Eizaguirre, empató Vega y ganó Calzetta.

La penúltima ronda será de muy alta tensión en las dos primeras mesas, con dos choques de países donde el ajedrez es muy popular. Por un lado, el encuentro de jóvenes fenómenos India B – Uzbekistán. Por otro, el choque con tensas derivaciones políticas Armenia – Azerbaiyán por el otro. Si España ganase a la República Checa, lucharía en la última ronda por estar muy arriba.

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