Las deudas arrastran a 12 clubes al descenso

El fútbol español, con la selección y el excelso Barcelona como modelos a imitar por aunar pragmatismo y estética, tiene su antítesis en gran parte de los dirigentes de los clubes, incapaces de cuadrar las cuentas. Llegado el fatídico 30 de junio, la fecha determinada por la AFE, el sindicato de futbolistas, para que los clubes satisfagan sus compromisos con los jugadores y los entrenadores, 12 equipos han sido incapaces de ello, por lo que se ven abocados al descenso. Un récord vergonzoso.

Siete equipos de la Segunda División B (Castellón, Alicante, Cultural y Deportiva Leonesa, Polideportivo Ejido, Palencia, Rayo Vallecano B y Universidad de Las Palmas) bajan a Tercera. Por el mismo motivo, de la última categoría nacional han caído a Regional cinco más (Benidorm, Cerro Reyes, Unión Estepona, Jumilla y La Muela). Estos últimos han dado dos pasos atrás al descender una categoría deportivamente y otra añadida por morosos.

El Castellón, víctima

El histórico Castellón, que en la temporada 1972-1973 alcanzó su cénit al lograr ser subcampeón de la Copa, batido (2-0) en la final por el Athletic, con Planelles, Del Bosque, Tonín, Clarés y compañía, ha sido una víctima más de los excesos y los deseos especulativos de un grupo empresarial, Castellnou 2005, que vio en el conjunto albinegro un negocio cuando se hizo con las riendas del club en mayo de 2005, coincidiendo con el ascenso a Segunda tras 11 años en el pozo de la Segunda B y en la época de la bonanza del ladrillo. En las últimas semanas, los actuales rectores han intentado vender el club. Dos días atrás, incluso intentaron acogerse a la Ley Concursal, pero la premura les impidió presentar a tiempo la documentación.

Sin embargo, a tal artimaña legal sí que ha llegado a tiempo el Hércules, que ayer presentó ante el Juzgado de lo Mercantil la solicitud de concurso de acreedores, para aliviar las deudas contraídas por los alardes de grandeza de su propietario, Enrique Ortiz, con los fichajes de Trezeguet, Valdez y Drenthe como símbolos de un poderío que no evitó el irse a Segunda.

Doce equipos de Primera y Segunda están inmersos en un procedimiento concursal, los últimos el Hércules, descendido por razones deportivas; el Rayo, recién ascendido a Primera, y el Zaragoza, que se salvó de bajar en la última jornada.