"La comida basura es el nuevo opio del pueblo"

¿Para qué aprender a cocinar si hoy puedes comprarlo todo hecho y a precios realmente asequibles? Ese es un gran concepto que hay que inculcar: no hace falta saber cocinar para alimentarse equilibradamente. Efectivamente, puedes solucionar un ágape primordial con una lata de sardinas, unas hojas, buen pan y fruta.

¿Qué tal le caen los vegetarianos 'veganos'? Genial. Creo que debe existir implícita a tu oficio una voluntad de servicio. Afortunadamente, tengo pistas de cómo satisfacerles y nutrirles. Hay cocineros que los ven como un impedimento para perpetrar su gran obra artística. Otros, como una fascinante opción de mercado.

¿Cuál es su magdalena proustiana, el alimento que le recuerda a su niñez? El pollo frito de mi abuela, que comía cada sábado.

¿McDonald's o Burger King? ¿Es peor la ignorancia o la indiferencia? Ni lo sé, ni me importa. Tampoco crea que soy un talibán, pero pienso que la comida basura es el nuevo opio del pueblo. Mientras vayamos hartos, no habrá revoluciones.

¿Por qué el kétchup tiene tan mala fama si su tabla nutricional está razonablemente bien? Por falta de divulgación. Yo lo recomiendo, aunque con mesura. El licopeno del tomate, que es antioxidante, se activa gracias a la cocción y ayuda a prevenir el cáncer de próstata en adultos. Otra cosa son los niveles de azúcar que se le añadan a la conserva...

¿No se nos ha ido la olla encumbrando tanto a los chefs? Quizá sean más responsables los medios que los propios cocineros.

Si la gastronomía española es la más puntera, ¿por qué damos de comer tan mal a tantos turistas? No hemos sabido industrializar el concepto, dignificar la hostelería popular. Gracias a nuestros chefs, tenemos una oportunidad impresionante como país. Aunque, claro, eso es como escribirles una carta a los Reyes Magos.

¿Qué plato de un restaurante se le ha grabado a fuego en la memoria? Un rodaballo a la parrilla que comí en Elkano, en Getaria. Jamás vi un punto de definición de cocción en brasa tan bestia.

¿Realmente los superchefs españoles se llevan tan bien como parece? Son coetáneos, coinciden en mil eventos... Viven la jugada casi como una generación literaria. Y hay que felicitarse por ello.

¿Qué pediría como última cena antes de morir? Cicuta.