Impunidad en los precedentes

Las grabaciones de los implicados reconociendo el amaño de partidos no han servido hasta ahora para que las autoridades deportivas castigaran a los afectados. El Hércules, por ejemplo, ascendió a Primera en 2009-10 con el supuesto arreglo de algunos encuentros, según el relato de su máximo accionista, Enrique Ortiz, en una grabación de la policía en la investigación sobre una trama de la recogida de basuras de Alicante. Ni la Federación ni el Consejo Superior de Deportes (CSD) rastrearon el caso después de que la Audiencia de Alicante se negara a trasladarles las grabaciones alegando que fueron obtenidas en las pesquisas de una trama corrupta ajena al fútbol.

Tres años antes, según unas grabaciones destapadas por Popular TV en diciembre de 2008, el entonces capitán y lateral del Levante, Iñaki Descarga, se jactaba en una charla con el presidente granota, Julio Romero, de haberse dejado ganar por el Athletic en el último choque de Liga 2006-07. “Ahora todos quieren la prima. Está en una caja fuerte. Si tú ves el partido, no se puede decir que esté amañado”, comentaba Descarga. El Athletic ganó 2-0 y evitó el descenso que sí sufrió el Celta. Tampoco hubo sanción.

El presidente de la Liga, Javier Tebas, y el del CSD, Miguel Cardenal, dicen estar dispuestos a acabar con una práctica incluida en el código penal desde 2010: el amaño de partidos es un delito de corrupción penado con entre seis meses y cuatro años de cárcel, inhabilitación de uno a seis años y multas de hasta 5,48 millones. Basta con que se produzca el ofrecimiento. La Liga y el CSD investigan el apaño de nueve partidos del pasado curso. Está por ver que sea el fin de la impunidad.