Las imágenes del ataque a un kebab en Torre Pacheco por hombres vestidos de negro y armados con bates
El asalto, registrado por la cámara de seguridad del local, duró menos de un minuto y ocurrió lejos del cinturón desplegado por la Guardia Civil y la Policía Local en el barrio de San Antonio

Impedidos por el fuerte dispositivo policial desplegado en el interior de Torre Pacheco la noche del domingo, los grupos ultras optaron por realizar ataques dirigidos en la periferia del municipio murciano. El más grave tuvo lugar en un local de kebabs. Alrededor de las 23.00, un grupo de hombres vestidos de negro, con cascos de moto y armados con bates y palos, irrumpió y destrozó el establecimiento, según muestran las imágenes de la cámara de seguridad.
Fue una noche de cristales rotos para Hassan, propietario del negocio y residente en la localidad desde hace una década. El vecino relató que los agresores habían pasado primero por la puerta y lo amenazaron diciéndole que cerrara la tienda. Sin embargo, antes de que él y dos empleados pudieran hacerlo, el grupo entró violentamente y comenzó a romper las pantallas, la única televisión y las neveras. Después, empezaron a lanzar mesas y sillas contra el mostrador. Los cristales de la entrada quedaron completamente destrozados.
El asalto duró menos de un minuto y se produjo lejos del cordón de seguridad que la Guardia Civil y la Policía Local mantenían en el barrio de San Antonio, núcleo de la comunidad marroquí del municipio. Las imágenes del ataque, captadas por la cámara del local, comenzaron a circular rápidamente entre los teléfonos móviles de vecinos marroquíes concentrados en ese barrio. El vídeo encendió los ánimos y varios de ellos se enfrentaron a los agentes, arrojando piedras y botellas. La respuesta policial derivó en persecuciones que se extendieron durante varios minutos por las calles de la zona. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dicho en TVE que hay un detenido relacionado con el ataque a este establecimiento.
Aunque el grupo de atacantes era numeroso —entre 40 y 50 hombres, según los testigos—, las fuerzas de seguridad no interceptaron a ninguno. El operativo se centró en evitar que accedieran al barrio donde residen la mayoría de inmigrantes, donde ya se habían registrado disturbios durante las noches del viernes y el sábado.
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