Gafas, colgantes o teléfono sin pantalla, ¿llega el fin de la era de los móviles?
OpenAI se alía con el diseñador del iPhone, Jony Ive, para crear nuevos productos para usar la IA, que se unen a los que Meta y Google ya tienen en marcha

“Tenemos la oportunidad de reimaginar completamente lo que significa usar un ordenador”, dice Sam Altman, fundador de OpenAI e impulsor de ChatGPT, al principio de un vídeo donde anuncia la compra de io, una start-up de Jony Ive, el diseñador del iPhone. La noticia saltó este miércoles (de noche en España) y agitó profundamente el panorama de uno de los sectores más parados en la tecnología actual: el hardware, los dispositivos.
thrilled to be partnering with jony, imo the greatest designer in the world.
— Sam Altman (@sama) May 21, 2025
excited to try to create a new generation of AI-powered computers. pic.twitter.com/IPZBNrz1jQ
Un día antes, este martes, Google había anunciado su desembarco en el mundo de las gafas de diseño con realidad aumentada, altavoces y micrófono para competir con las Meta RayBan. Ambos anuncios confirman que entre 2026 y 2027 llegarán previsiblemente al mercado productos de Meta, OpenAI y Google que cambiarán la oferta de aparatos como nunca antes desde principios de siglo. Los móviles no desaparecerán, pero quizá sea el fin de su hegemonía y la de las pantallas como las conocemos.
1. De qué aparatos hablamos exactamente
Google y Meta están centradas en gafas. Ive y Altman hablan de una “familia de productos”. Por ahora, los productos que se han lanzado bajo el sello de IA han fracasado estrepitosamente: los pins que se enganchaban en la solapa, y que iban a cambiarlo todo, que lanzaron Humane AI y Rabbit. Ive ha dicho que eran “productos muy pobres” y que “han faltado nuevas maneras de pensar expresadas en productos”.
Altman no ve este cambio como el fin de los móviles, sino que quedarían como algo complementario, igual que los portátiles cuando salió el iPhone en 2007. “No creo que lo primero que lancemos vaya a hacer desaparecer el móvil, es un tipo de cosa totalmente nueva”, dice Altman.
2. La IA requiere de algo nuevo, que Altman ya ha probado en casa
El argumento principal de la colaboración entre Ive y Altman es que la IA es una tecnología demasiado nueva que no puede basarse en algo que se creó hace décadas. La gente conectará con la IA “en maneras muy nuevas”, porque los productos que “usamos ahora tienen décadas”, dice Ive.
El equipo de Ive ya ha creado algo que Altman ha probado en su casa. “Me dieron un prototipo y es la pieza más guay de tecnología que el mundo haya visto”, dijo Altman. Debe ser muy “guay” porque le llevó a pagar más de 6.000 millones de euros por io, casi un tercio de lo que Meta pagó por WhatsApp en 2014.
En el vídeo, Altman hace una referencia a cómo puede funcionar este producto. “Si quiero preguntarle algo ahora a ChatGPT sobre lo que hemos hablado, piensa lo que debería hacer, coger mi ordenador, abrirlo, buscar el navegador, explicarle todo, esperar la respuesta”, explica. “Creo que esta tecnología merece algo mejor”, dice. Parece apuntar a algo que escuche y responda por audio, sin pantallas.
3. Pantallas, no
Tanto Ive como Altman creen que las pantallas de los móviles no han dado el mejor resultado a nuestras sociedades. “Asumo gran parte de la responsabilidad por lo que estas cosas nos han traído”, dijo Ive al NYTimes, en referencia a la ansiedad y las distracciones que vienen de llevar siempre el móvil. Altman está de acuerdo: “No me siento bien con mi relación con la tecnología en este momento”. “Es como ser empujado en una calle abarrotada de Nueva York, o como estar bombardeado por notificaciones y luces parpadeantes en Las Vegas”.
La IA pretenderá ser, parece, una conversación tranquila con alguien cercano, sin publicidad ni interrupciones. La opción, por tanto, de un dispositivo similar a un móvil sin pantalla es la más real ahora: según una llamada de Ive con empleados de OpenAI, publicada por el Wall Street Journal, será tamaño bolsillo, sensible al contexto, sin pantalla y no serán gafas. Esta sería una opción plausible que circula por internet:
Mind-Chi Kuo on Jony Ive and Sam Altman’s AI device:
— Ben Geskin (@BenGeskin) May 22, 2025
• The current prototype is slightly larger than the AI Pin, with a form factor as compact and elegant as an iPod Shuffle.
• One of the intended use cases is wearing the device around the neck.
• It will have cameras and… pic.twitter.com/UvLrgx4Wh4
4. Pero las gafas ya están aquí
OpenAI ha anunciado su primer producto para 2026. Meta lleva ventaja porque sus gafas ya están en el mercado, aunque por ahora solo son un dispositivo para hablar por teléfono, sacar fotos y escuchar audio. Pero la ruta hacia una pantalla que veremos directamente en las gafas es clarísima.
Google se plantea competir en ambos segmentos: bonitas gafas de diseño sin pantallas y gafas más caras que permitan superponer una pantalla a la realidad.
5. ¿Todo esto triunfará?
Quién sabe. Pero el móvil hace apenas unos años era el completo dominador del mercado. Su futuro parece menos claro que nunca y ahí hay una víctima evidente: Apple. La empresa creadora del iPhone no ha tenido por ahora éxito con sus IA y no parece que vaya a tener unas gafas pronto.
Jony Ive, cocreador del iPhone con Steve Jobs en Apple, salió de la compañía en 2019 para lanzar LoveFrom, una empresa de diseño. Hace un par de años contactó con Sam Altman y creó otra startup, io, que es la que ahora ha vendido con sus 55 empleados a OpenAI. Ive ha dicho de Altman que es un “raro visionario”, un lenguaje con toques proféticos reservados en el valle para gente como Jobs. Laurene Powell Jobs, viuda de Steve, es también inversora en io.
Aunque aún hay que esperar, el pedigrí de Ive le da el beneficio de la duda. Pero que tuviera éxito en Apple con el iPhone, el iPod o el Macbook no implica que lo tenga a sus 58 años en esta nueva generación de productos. Altman podría haber creado su propio Ive, en lugar de recurrir al santoral de Silicon Valley para escoger a su diseñador.
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